Feliz cumpleaños Sandro........¡¡¡¡

Sandro celebró, pero no apareció
Obedeciendo a sus médicos, el astro rompió el rito de su saludo anual


Roberto Sánchez, el ya mítico Sandro, cumplió ayer 63 años y saludó a sus "nenas" a través del portero eléctrico de su casona de la localidad bonaerense de Banfield, dado que el delicado estado de salud que padece le impidió salir a la calle para juntarse con sus fanáticas.

De manera casi "religiosa", cientos de fans -en su mayoría mujeres- pasaron la noche del lunes frente a la casa de la calle Berutti, la más famosa de Banfield, y le dedicaron varios "feliz cumpleaños" cantados al ídolo.

Sin embargo, a diferencia de otros años, Sandro no salió ni siquiera a la puerta de la casa durante el transcurso de la celebración en la vereda. Se esperaba que a la hora señalada, a las 17 -como habitualmente El Gitano recibía a sus nenas-, el cantante se asomara, pero no lo hizo.

Las fanáticas comprendieron que este año Sandro no podía desobedecer las instrucciones de los médicos, quienes le prohibieron que tomara una "gota" de frío. Años anteriores, Sandro se colocaba su máscara de oxígeno para saludar a sus chicas y cumplía su rito. A los 63 años, el estado de salud no se lo permitió.

Sandro aguarda un trasplante de pulmón y corazón, órganos afectados por su larga adicción al cigarrillo. Ante esta situación, El Gitano buscó una forma "alternativa" de estar con sus "nenas": usó el portero eléctrico de su casa para agradecer el cariño incondicional que le muestran a diario.

"Soy Sandro, no un imitador"



Cuando surgió su voz por el portero eléctrico las palabras de Sandro fueron muy escuetas: "¡Miren chicas que soy Sandro, no un imitador, y mucho menos Cacho Castaña (sic)". Sus chicas aplaudieron, le cantaron nuevamente el feliz cumpleaños y entendieron que su salud no le permitía seguir el ritual de años anteriores.

"¡Queremos Sandro para rato. No salgas, nosotras entendemos cómo es la situación!", gritaron casi todas al unísono. A las 17, la pareja conformada por Beba y Néstor tocó el timbre de la mansión del ídolo para entregar "la misma torta" de merengue y crema que le obsequian cada año. Atendió un asistente del cantante, quien agradeció el obsequio.

A las 18 sus chicas se desconcentraron de la mansión, pero esta vez tuvo otro tinte: el silencio. Nada de los típicos gritos histéricos de los recitales de El Gitano. Otro era el contexto. Todas deseaban lo mismo: que Sandro se mejore y llegue cuanto antes el trasplante. Por esta razón hubo múltiples homenajes y cadenas de oración.

En la noche del lunes se había prometido la presencia de Los Mariachis, grupo de música mexicana que entonó Las Mañanitas y el primer Feliz Cumpleaños para el astro, que así iniciaba su jornada cumpleañera.

Pero la demostración de amor y fervor se repitió, porque pese a que se sabía con anticipación que Roberto Sánchez no iba a salir de su mansión, se congregaron un número importante de admiradoras aunque no llegó a ser multitudinario el encuentro como en las mejores épocas.

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