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viernes, 29 de febrero de 2008
SANDRO EN "PENUMBRAS"-excelente Audio
Estoy consiguiendo videos de otros lados y algunos vienen remasterizados y con un audio excelente,por eso repito pero qué me importa.
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jueves, 28 de febrero de 2008
Sandro - Trigal-GRACIAS MAVERICKANO POR LA CALIDAD DE TUS VIDEOS-
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Sandro - Te quiero tanto, amada mia-EXCELENTE AUDIO-como todos los de Maverikano.
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Sandro - Te propongo-EXCELENTE AUDIO..¡¡¡-
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martes, 26 de febrero de 2008
La Nación-Sandro, internado
Sandro, internado
El cantante fue trasladado a la Clínica Fleni del barrio porteño de Belgrano donde según su agente de prensa será sometido a un chequeo
El cantante Roberto Sánchez, conocido popularmente como "Sandro", fue internado hoy en la Clínica Fleni, ubicada en el barrio porteño de Belgrano, por causas que no fueron detalladas, informaron fuentes médicas.
"Sandro decidió esta mañana internarse en el Fleni para hacerse un chequeo", dijo su agente de prensa Nora Lafont.
Agencias DyN y Télam
El cantante fue trasladado a la Clínica Fleni del barrio porteño de Belgrano donde según su agente de prensa será sometido a un chequeo
El cantante Roberto Sánchez, conocido popularmente como "Sandro", fue internado hoy en la Clínica Fleni, ubicada en el barrio porteño de Belgrano, por causas que no fueron detalladas, informaron fuentes médicas.
"Sandro decidió esta mañana internarse en el Fleni para hacerse un chequeo", dijo su agente de prensa Nora Lafont.
Agencias DyN y Télam
lunes, 25 de febrero de 2008
martes, 19 de febrero de 2008
Nota de Sandro en Telefe Noticias 05-10-07
Nota de Sandro en Telefe Noticias el 05-10-07 donde se comenta la puesta en venta del CD-DVD "Lo Mejor de SANDRO
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Cosas de Sandro,
noticias en video
Sandro de America -conferencia-
Nota del programa AM de Telefe donde Sandro presenta su CD "Secretamente palabras de amor...para escuchar en penumbras
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Cosas de Sandro,
noticias en video
lunes, 18 de febrero de 2008
Y ESTE HOMENAJE QUE INTENTÉ HACERLE AL GITANO......
Concluirá y recomenzará con los mejores videos que aporté entre tantos aquí dentro.Con LOS GRANDES CLÁSICOS...¡¡¡¡,LOS GRANDES ROMÁNTICOS...¡¡¡.......y con esos en los que con sus movimientos de pelvis-aunque no podamos rescatarlos en internet-,hacía vibrar a todas las féminas y protestar a muchos varones que,cuando lo fueron a ver alguna vez amenazados por sus novias y esposas, tuvieron que reconocer que SANDRO ES UN GRAN SHOWMAN Y QUE TIENE LETRAS A LAS QUE HAY QUE SACARLES EL SOMBRERO.
Mónica Font-autora de este Blog.
Mónica Font-autora de este Blog.
SANDRO- Discografía Y AHORA NOS VAMOS DESPIDIENDO
Discografía
Primeros sencillos
1963:¿A esto le llamas amor? / Eres el demonio disfrazado
1963 Choza de azúca / Dulce
Hay Mucha agitación / Las noches largas
May Bonnie / Chin chin
En mi mente / Los brazos en cruz
El dinero no puede comprar mi amor / Anochecer de un día agitado
Niñito / Un mundo sin amor
Desde mi ventana / Poción de amor N9
Música de rock and roll / Boleto para pasear
--------------------------------------------------------------------------------
Solo y sin ti / llorando en la capilla
Alcáncenos si pueden / Me he preguntado muchas veces
Balada de las boinas verdes / Podemos solucionarlo
Mare baja / La chica de oro
Mi oración / Tres mil tambores
Como caja de música / soplando al viento
Flamenco / Disparada
Con los ojos en el recuerdo / Extiéndete que me encontrarás
Buen muchacho / Miguel e Isabel
Ave de paso / las manos
Quiero llenarme de ti / Atmósfera pesada
Después de la guerra / creyente soñador
Como lo hice yo / Una muchacha y una guitarra
Querida / Porque yo te amo
Así / Por algún camino
Penumbras / Tengo
Cuando existe tanto amor / Rosa-Rosa
Elisa / La vida continúa
Trigal / Señor cochero
Se te nota / Te quiero tanto amada mía
Pupilas de cielo breve / pobre mi madre querida
Voy a abrazarme a tus pies / Páginas sociales
Noche de amantes / Déjalo ya
Mi amigo el puma / El sol se quedo dormido
Bésame / Esa mujer en dónde estará
Señora de mi corazón / Un camino a seguir
Amarte amor / Regresa soy un pobre soñador
Se nos va la vida / Agua caliente
Dobles Presentando a Sandro
Choza de azúcar / ¿A esto le llamas amor?
Bésame pronto / Polka Rock
Al calor de Sandro y los de fuego
Las noches largas / Hay mucha agitación
Viajero solitario / El twis de mamá ganza
Sandro y los de fuego
Te conseguiré / Un mundo sin amor
Lágrimas solitarias / Niñito
¡¡Aquí esta el shake!!
Hippy hippy shake / Duele estar enamorado
Dónde fue nuestro amor / Alegría por todas partes
Al calor de Sandro y los de fuego
La casa del sol naciente / Música de rock and roll
Perseguiré al sol / Boleto para pasear
El sorprendente mundo de Sandro
Me he preguntado muchas veces / Profundamente herido
Melodía desencadenada / Alcáncenos si pueden
Un hombre bien respetado
Un hombre bien respetado / Qué dije
La balada de las boinas verdes / Hombre de ningún lugar
Alma y fuego. Sandro
Soplando al viento / 3000 tambores
Está bien, tú ganas / En línea
Beat latino
Pájaro nocturno / Cuando hablo de ti
Buen muchacho / Dile a la lluvia
Vibración y ritmo
Quién / Nos falta fe
Estoy desesperado / Después de la guerra
Dalila
Querida / El solitario
Dalila / Como lo hice yo
La magia de Sandro
París ante ti / Por tu amor
Esta noche habrá una fiesta / Me amas y me dejas
Sandro de América
Guitarras al viento/ Dos solitarios
El maniquí / Dame
Sandro
Sin sentido / Existe una razón
La causa de este amor
Muchacho
La vida sigue igual / Te propongo
Mi barca y el río / Que tarde la de ésta tarde
Temas de su película Siempre te amaré
Siempre te amaré amor mío / Voy a abrazarme a tus pies
Un sábado especial / Noche de amantes
Temas de su película Embrujo de amor
Como Romeo y Julieta
Yo soy gitano / Con tanto amor
Álbumes
1965: Sandro y los de Fuego
1965: Al calor de Sandro y los de Fuego
1966: El sorprendente mundo de Sandro
1966: Alma y fuego
1967: Beat latino
1968: Quiero llenarme de ti (Vibración y ritmo)
1968: Sandro la revelación de argentina
1968: Porque yo te amo
1968: Una muchacha y una guitarra
1969: La magia de Sandro
1969: Sandro de América
1969: Sandro
1969: canciones originales del film Quiero llenarme de ti (incluye el éxito Rosa, Rosa)
1969: La vida continúa
1969: El gitano
1969: Gitano
1970: Muchacho
1970: Sandro en New York En vivo directo vía satélite, desde el Madison Square Garden, a todo el mundo
1970: Sandro en Australia
1971: Siempre te amaré
1971: Los más grandes éxitos de Sandro
1971: Sandro espectacular
1971: Sandro en Caracas (vol. 1)
1971: Sandro en Caracas (vol. 2)
1971: Sandro en Caracas (vol. 3)
1971: Sandro en Colombia
1971: Sandro en España (vol. 1)
1971: Sandro en España (vol. 2)
1971: Crónicas de Colección (vol. 1)
1971: Crónicas de Colección (vol. 2)
1971: 20 Grandes Éxitos (vol. 2)
1971: Veinte grandes éxitos (vol. 1)
1972: Me juego entero por tu amor
1972: Te espero... Sandro
1973: El deseo de vivir
1973: Volverán los días
1973: Sandro - Después de 10 años
1974: Sandro... siempre Sandro
1974: María la brava
1975: Tú me enloqueces
1975: Sandro live in Puerto Rico
1975: Mi amigo el Puma
1975: El ausente
1976: Sin título
1977: Sandro... un ídolo
1977: Los más grandes éxitos de Sandro (vol. 2)
1978: Querer como Dios manda
1978: Sandro
1979: Sandro
1979: Recordando
1981: Sandro
1982: La historia de un ídolo (vol. 1)
1982: La historia de un ídolo (vol. 2)
1982: Fue sin querer
1983: La historia de un ídolo (vol. 3)
1983: La historia de un ídolo (vol. 4)
1984: Vengo a ocupar mi lugar
1986: Sandro
1988: Sandro ’88
1990: Volviendo a casa
1992: Con gusto a mujer
1994: Clásico
1996: Historia viva
2001: Para mamá
2003: Mi vida, mi música
2004: Amor gitano
2005: Sandro en vivo
2006: Secretamente palabras de amor (para escuchar en penumbras)
2007: Canta Realmente no estoy tan solo, como invitado especial en el disco Quién dijo ayer, de Ricardo Arjona.
2007: Lo mejor de Sandro CD + DVD
Primeros sencillos
1963:¿A esto le llamas amor? / Eres el demonio disfrazado
1963 Choza de azúca / Dulce
Hay Mucha agitación / Las noches largas
May Bonnie / Chin chin
En mi mente / Los brazos en cruz
El dinero no puede comprar mi amor / Anochecer de un día agitado
Niñito / Un mundo sin amor
Desde mi ventana / Poción de amor N9
Música de rock and roll / Boleto para pasear
--------------------------------------------------------------------------------
Solo y sin ti / llorando en la capilla
Alcáncenos si pueden / Me he preguntado muchas veces
Balada de las boinas verdes / Podemos solucionarlo
Mare baja / La chica de oro
Mi oración / Tres mil tambores
Como caja de música / soplando al viento
Flamenco / Disparada
Con los ojos en el recuerdo / Extiéndete que me encontrarás
Buen muchacho / Miguel e Isabel
Ave de paso / las manos
Quiero llenarme de ti / Atmósfera pesada
Después de la guerra / creyente soñador
Como lo hice yo / Una muchacha y una guitarra
Querida / Porque yo te amo
Así / Por algún camino
Penumbras / Tengo
Cuando existe tanto amor / Rosa-Rosa
Elisa / La vida continúa
Trigal / Señor cochero
Se te nota / Te quiero tanto amada mía
Pupilas de cielo breve / pobre mi madre querida
Voy a abrazarme a tus pies / Páginas sociales
Noche de amantes / Déjalo ya
Mi amigo el puma / El sol se quedo dormido
Bésame / Esa mujer en dónde estará
Señora de mi corazón / Un camino a seguir
Amarte amor / Regresa soy un pobre soñador
Se nos va la vida / Agua caliente
Dobles Presentando a Sandro
Choza de azúcar / ¿A esto le llamas amor?
Bésame pronto / Polka Rock
Al calor de Sandro y los de fuego
Las noches largas / Hay mucha agitación
Viajero solitario / El twis de mamá ganza
Sandro y los de fuego
Te conseguiré / Un mundo sin amor
Lágrimas solitarias / Niñito
¡¡Aquí esta el shake!!
Hippy hippy shake / Duele estar enamorado
Dónde fue nuestro amor / Alegría por todas partes
Al calor de Sandro y los de fuego
La casa del sol naciente / Música de rock and roll
Perseguiré al sol / Boleto para pasear
El sorprendente mundo de Sandro
Me he preguntado muchas veces / Profundamente herido
Melodía desencadenada / Alcáncenos si pueden
Un hombre bien respetado
Un hombre bien respetado / Qué dije
La balada de las boinas verdes / Hombre de ningún lugar
Alma y fuego. Sandro
Soplando al viento / 3000 tambores
Está bien, tú ganas / En línea
Beat latino
Pájaro nocturno / Cuando hablo de ti
Buen muchacho / Dile a la lluvia
Vibración y ritmo
Quién / Nos falta fe
Estoy desesperado / Después de la guerra
Dalila
Querida / El solitario
Dalila / Como lo hice yo
La magia de Sandro
París ante ti / Por tu amor
Esta noche habrá una fiesta / Me amas y me dejas
Sandro de América
Guitarras al viento/ Dos solitarios
El maniquí / Dame
Sandro
Sin sentido / Existe una razón
La causa de este amor
Muchacho
La vida sigue igual / Te propongo
Mi barca y el río / Que tarde la de ésta tarde
Temas de su película Siempre te amaré
Siempre te amaré amor mío / Voy a abrazarme a tus pies
Un sábado especial / Noche de amantes
Temas de su película Embrujo de amor
Como Romeo y Julieta
Yo soy gitano / Con tanto amor
Álbumes
1965: Sandro y los de Fuego
1965: Al calor de Sandro y los de Fuego
1966: El sorprendente mundo de Sandro
1966: Alma y fuego
1967: Beat latino
1968: Quiero llenarme de ti (Vibración y ritmo)
1968: Sandro la revelación de argentina
1968: Porque yo te amo
1968: Una muchacha y una guitarra
1969: La magia de Sandro
1969: Sandro de América
1969: Sandro
1969: canciones originales del film Quiero llenarme de ti (incluye el éxito Rosa, Rosa)
1969: La vida continúa
1969: El gitano
1969: Gitano
1970: Muchacho
1970: Sandro en New York En vivo directo vía satélite, desde el Madison Square Garden, a todo el mundo
1970: Sandro en Australia
1971: Siempre te amaré
1971: Los más grandes éxitos de Sandro
1971: Sandro espectacular
1971: Sandro en Caracas (vol. 1)
1971: Sandro en Caracas (vol. 2)
1971: Sandro en Caracas (vol. 3)
1971: Sandro en Colombia
1971: Sandro en España (vol. 1)
1971: Sandro en España (vol. 2)
1971: Crónicas de Colección (vol. 1)
1971: Crónicas de Colección (vol. 2)
1971: 20 Grandes Éxitos (vol. 2)
1971: Veinte grandes éxitos (vol. 1)
1972: Me juego entero por tu amor
1972: Te espero... Sandro
1973: El deseo de vivir
1973: Volverán los días
1973: Sandro - Después de 10 años
1974: Sandro... siempre Sandro
1974: María la brava
1975: Tú me enloqueces
1975: Sandro live in Puerto Rico
1975: Mi amigo el Puma
1975: El ausente
1976: Sin título
1977: Sandro... un ídolo
1977: Los más grandes éxitos de Sandro (vol. 2)
1978: Querer como Dios manda
1978: Sandro
1979: Sandro
1979: Recordando
1981: Sandro
1982: La historia de un ídolo (vol. 1)
1982: La historia de un ídolo (vol. 2)
1982: Fue sin querer
1983: La historia de un ídolo (vol. 3)
1983: La historia de un ídolo (vol. 4)
1984: Vengo a ocupar mi lugar
1986: Sandro
1988: Sandro ’88
1990: Volviendo a casa
1992: Con gusto a mujer
1994: Clásico
1996: Historia viva
2001: Para mamá
2003: Mi vida, mi música
2004: Amor gitano
2005: Sandro en vivo
2006: Secretamente palabras de amor (para escuchar en penumbras)
2007: Canta Realmente no estoy tan solo, como invitado especial en el disco Quién dijo ayer, de Ricardo Arjona.
2007: Lo mejor de Sandro CD + DVD
SANDRO-FILMOGRAFÍA
1967: Tacuara y Chamorro, pichones de hombres
1969: Quiero llenarme de ti
1969: La vida continúa
1970: Gitano
1970: Muchacho
1971: Siempre te amaré
1971: Embrujo de amor
1971-1972: El corazón y la rosa (documental de Sandro)
1972: Destino de un capricho (1972)
1973: El deseo de vivir (1973)
1974: Operación Rosa Rosa (1974)
1976: Tú me enloqueces (1976)
1980: Subí que te llevo (1980)
Sandro de Película (sólo musicales)
Sandro por siempre (DVD: con canciones de sus films)
1969: Quiero llenarme de ti
1969: La vida continúa
1970: Gitano
1970: Muchacho
1971: Siempre te amaré
1971: Embrujo de amor
1971-1972: El corazón y la rosa (documental de Sandro)
1972: Destino de un capricho (1972)
1973: El deseo de vivir (1973)
1974: Operación Rosa Rosa (1974)
1976: Tú me enloqueces (1976)
1980: Subí que te llevo (1980)
Sandro de Película (sólo musicales)
Sandro por siempre (DVD: con canciones de sus films)
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Biografía en sorbitos.,
Películas
Sandro y sus nenas
Sandro y sus nenas: un eterno romance Uno de los fenómenos más notables de la carrera de Sandro es la permanencia en el tiempo de la fidelidad y la pasión de sus fans. Mayoritariamente se trata de mujeres latinoamericanas, en todos los países, que eran adolescentes a comienzos de los años setenta y que nunca dejaron de seguir a Sandro y lo que es más notable, nunca dejaron de cumplir con los ritos sensuales que lo hicieron famoso, como el frenetismo y sobre todo, el ofrecimiento de sus bombachas (pantys). En la primera década del siglo XXI, esas fans ya son mujeres mayores, muchas de ellas ancianas, que siguen peregrinando a la casa de su ídolo en Banfield y asistiendo a sus conciertos, con la misma actitud que tenían cuando lo descubrieron de adolescentes.
Regreso y tributo a Sandro
Desde fines de los años ochenta, con el surgimiento del «rock latino», algunos rockeros argentinos comenzaron a revalorizar la obra de Sandro, su masividad popular sobre todo entre las jóvenes de los sectores más humildes, su peculiar manera de fusionar elementos del rock y la balada romántica latinoamericana, y sus temáticas y estilo provocativo y renovador, sobre todo en materia de las costumbres sexuales.
Durante la década de los años noventa artistas argentinos y de Latinoamérica le rindieron tributo lanzando un CD homenaje al «padre del rock en castellano».
También le rindieron un homenaje grupos y cantantes de rock en 1998, entre ellos, Bersuit Vergarabat, León Gieco, Molotov, Attaque 77, Los Fabulosos Cadillacs, Divididos, Aterciopelados, entre otros, en el CD que se tituló: Tributo a Sandro, un disco de rock.
En noviembre de 2005, en Los Ángeles, le hicieron un homenaje y le otorgaron el Grammy Latino por su excelencia musical como cantautor y actor y por su trayectoria artística.
Con más de 60 años, y pese a algunos inconvenientes de salud, el ídolo mantiene a sus fieles seguidoras, que no dudan en montar guardia en su casa en Buenos Aires durante su cumpleaños o cuando anuncia su regreso con presentaciones en vivo.
En 2007 trabajó con Ricardo Arjona en el nuevo disco de éste: Quién dijo ayer, en la canción Realmente no estoy tan solo, que canta con el mismo Arjona.
Ha recibido varios discos de oro en diversos países del continente americano por sus altos niveles de ventas y muchos premios como cantante o artista de habla hispana.
Durante la década de los años noventa artistas argentinos y de Latinoamérica le rindieron tributo lanzando un CD homenaje al «padre del rock en castellano».
También le rindieron un homenaje grupos y cantantes de rock en 1998, entre ellos, Bersuit Vergarabat, León Gieco, Molotov, Attaque 77, Los Fabulosos Cadillacs, Divididos, Aterciopelados, entre otros, en el CD que se tituló: Tributo a Sandro, un disco de rock.
En noviembre de 2005, en Los Ángeles, le hicieron un homenaje y le otorgaron el Grammy Latino por su excelencia musical como cantautor y actor y por su trayectoria artística.
Con más de 60 años, y pese a algunos inconvenientes de salud, el ídolo mantiene a sus fieles seguidoras, que no dudan en montar guardia en su casa en Buenos Aires durante su cumpleaños o cuando anuncia su regreso con presentaciones en vivo.
En 2007 trabajó con Ricardo Arjona en el nuevo disco de éste: Quién dijo ayer, en la canción Realmente no estoy tan solo, que canta con el mismo Arjona.
Ha recibido varios discos de oro en diversos países del continente americano por sus altos niveles de ventas y muchos premios como cantante o artista de habla hispana.
La vuelta al suburbio
Luego despareció de los escenarios. Hablaron de su retiro, cansado de tantas giras maratónicas por el exterior, discos y películas. Se comenzó a hablar de sus problemas de salud, su bronquitis asmática, su deficiencia respiratoria, el enfisema pulmonar, que no podía viajar. Y cantaba sólo en su Argentina, con la ayuda de un tubito de oxígeno, conectado al micrófono por donde cantaba, y muchas máscaras de oxígeno, hasta que lo hospitalizaron; estuvo al borde de la muerte, pero se salvó; lo operaron del pulmón por computadora.
En 1981, Sandro y Oscar Anderle se separaron, luego de 15 años de trabajar juntos. Este quería conquistar Europa, pero Sandro quería volver a su barrio. Sandro se dedicó entonces a buscar un nuevo sonido que le permitiera renovarse sin perder identidad. Para ello se asoció con Rubén Aguilera. El resultado fue la grabación en 1984 del álbum Vengo a ocupar mi lugar. Al lanzamiento del disco siguieron más de ciento diez recitales a lo largo de la Argentina. Tú me enloqueces (1980), Subí que te llevo.
Más tarde, en los años ochenta, también protagonizó telenovelas. La más recordada es la puertorriqueña Fue sin querer que aún causa sensación en Puerto Rico y la recuerdan mucho sus fans.
En 1981 se fue a Venezuela, y su canción Cuando yo te amo era el tema musical de la tele novela De su misma sangre, que lo tuvo como actor y cantante invitado, y que fue un éxito en sintonía en la América latina y comunidades latinas de EE.UU.
En 1982 protagonizó un telenovela en Puerto Rico, su canción Fue sin querer le daba el título a la tele-novela, a su LP y era el tema leit motiv de la misma, la cual fue un éxito en el mercado norteamericano de habla hispana, y en Puerto Rico, Colombia, con actores y actrices locales de la isla de San Juan de Puerto Rico; hizo sus actuaciones en el centro de bellas artes y en el coliseo Roberto Clemente, con gran éxito. La Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York lo premió como la figura masculina del año en televisión.
En Venezuela tuvo un éxito arrollador. Hay una serie de fotos incluidas en un álbum, publicado por CBS en una de las visitas al país en 1969.
En visita de cortesía al presidente de la República de Venezuela, Dr. Rafael Caldera, entregando su material discográfico.
A su llegada al aeropuerto de Maracaibo, multitudes de personas lo esperaban.
Sandro y Leonardo Favio.
En una de sus actuaciones en Caracas a sala llena, en el Hotel Caracas Hilton.
Con el premio Guaicaipuro de Oro, otorgado por la prensa de Caracas.
Con el premio Mara de oro, otorgado por la prensa de Maracaibo
Con el trofeo Rafael Guinand, otorgado por votación popular, a través de unos cupones de votación contenidos en las revistas de la farándula, y de programas radiales de competencia en personalidades populares, como Leo Dan, Leonardo Favio, Piero, Roberto Carlos, Raphael, Joan Manuel Serrat, Armando Manzanero y Marco Antonio Muniz.
En 1981, Sandro y Oscar Anderle se separaron, luego de 15 años de trabajar juntos. Este quería conquistar Europa, pero Sandro quería volver a su barrio. Sandro se dedicó entonces a buscar un nuevo sonido que le permitiera renovarse sin perder identidad. Para ello se asoció con Rubén Aguilera. El resultado fue la grabación en 1984 del álbum Vengo a ocupar mi lugar. Al lanzamiento del disco siguieron más de ciento diez recitales a lo largo de la Argentina. Tú me enloqueces (1980), Subí que te llevo.
Más tarde, en los años ochenta, también protagonizó telenovelas. La más recordada es la puertorriqueña Fue sin querer que aún causa sensación en Puerto Rico y la recuerdan mucho sus fans.
En 1981 se fue a Venezuela, y su canción Cuando yo te amo era el tema musical de la tele novela De su misma sangre, que lo tuvo como actor y cantante invitado, y que fue un éxito en sintonía en la América latina y comunidades latinas de EE.UU.
En 1982 protagonizó un telenovela en Puerto Rico, su canción Fue sin querer le daba el título a la tele-novela, a su LP y era el tema leit motiv de la misma, la cual fue un éxito en el mercado norteamericano de habla hispana, y en Puerto Rico, Colombia, con actores y actrices locales de la isla de San Juan de Puerto Rico; hizo sus actuaciones en el centro de bellas artes y en el coliseo Roberto Clemente, con gran éxito. La Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York lo premió como la figura masculina del año en televisión.
En Venezuela tuvo un éxito arrollador. Hay una serie de fotos incluidas en un álbum, publicado por CBS en una de las visitas al país en 1969.
En visita de cortesía al presidente de la República de Venezuela, Dr. Rafael Caldera, entregando su material discográfico.
A su llegada al aeropuerto de Maracaibo, multitudes de personas lo esperaban.
Sandro y Leonardo Favio.
En una de sus actuaciones en Caracas a sala llena, en el Hotel Caracas Hilton.
Con el premio Guaicaipuro de Oro, otorgado por la prensa de Caracas.
Con el premio Mara de oro, otorgado por la prensa de Maracaibo
Con el trofeo Rafael Guinand, otorgado por votación popular, a través de unos cupones de votación contenidos en las revistas de la farándula, y de programas radiales de competencia en personalidades populares, como Leo Dan, Leonardo Favio, Piero, Roberto Carlos, Raphael, Joan Manuel Serrat, Armando Manzanero y Marco Antonio Muniz.
domingo, 17 de febrero de 2008
Domingo 2 de diciembre de 2007-LA NACIÓN-
Domingo 2 de diciembre de 2007
Sandro: genio & figura
El ídolo que nunca da entrevistas habla aquí sobre sus noches, sus días, sus dolencias, sus amores, sus felicidades, su permanente pulseada por la vida...
Pregunta, para responder en ayunas: ¿en qué consiste vivir?
Intento, conato de respuesta: vivir consiste en respirar. Y a respirar se aprende sucesivamente, siempre, nunca se termina.
(Este debería ser el final de esta entrevista. Pero ya no hay caso, es el comienzo.)
Sabido es: Sandro concede muy pocos reportajes y sólo en función de sus espectáculos de turno. De su vida personal, la referida a las cosas del querer, jamás habla. Se lo reconoce como un sabio administrador de su imagen pública. Vendría a ser una especie de Greto Garbo; opera como un habilísimo topo que asoma muy de vez en vez y sabe estar presente mediante el imán de sus ausencias. Lo otro que sabemos es que se casó por primera vez en abril de este año y que antes apostó a todo o nada afrontando una crucial cirugía en sus pulmones exhaustos. No es casual, ya va para cuatro años sin subir a un escenario. Cuando le pedí la nota, por intermedio de Nora Lafon, su agente de prensa, estaba seguro de que la respuesta iba a ser no. Por sus hábitos y por su sostenida delicada salud. Balbuceé, descreído: “Con diez minutos de charla estamos”.
Desnucando toda lógica, Sandro, es decir, Roberto Sánchez, dijo sí. Y la charla sucedió en el sitio neutral de ratos escalonados en tres tardecitas de domingo. El primer encuentro iba a ser, pero no fue. El domingo siguiente sí: Roberto Sánchez, con la voz apenas reconocible, ahora me dice:
–Mil disculpas por mi faltazo. No estaba en condiciones ni de saludarte.
–Imaginé que algo jorobado te había pasado.
–Fue por un solcito.
–Una insolación.
–No. Trajeron a casa a una criatura de la familia, y ver ese solcito me emocionó tanto que se me cerró el pecho: broncoespasmo. Me duró una hora y media. ¿Vos sabés lo que es un broncoespasmo? Angustiante: el aire te entra, pero no te llega. Decí que yo tengo acá en casa máscara de oxígeno, como la de los submarinos. Y zafo. Aparte, el tiempo está como el mundo, loquísimo. Viejo, ayer por la tarde, calorcito: me querían sacar a dar una vuelta. Yo no puedo salir en invierno, obvio. Y en verano, si hace mucho calor, me sofoco. Vivo encerrado con una cierta temperatura. Ocurre que me hicieron modelaje de pulmón, me sacaron algo que está en la punta de los alvéolos y que es lo que no deja pasar el aire. Sentado no me hace falta oxígeno; cuando duermo tampoco; el asunto es cuando me muevo. Mi rehabilitación será larga. El modelaje supone un achicamiento, y eso afecta mi capacidad respiratoria.
–¿En los dos pulmones fue eso?
–Sí caballero, en ambos dos. Ocho horas de operación. Estoy mucho mejor porque, después de todo, ¡estoy! Pero me quedé con una bronquitis crónica y convertido en un radar cazagérmenes. Ando por la vida con esas redecitas, pero en vez de mariposas cazo gérmenes. Cuando entraron el día de mi cumpleaños las fans para fotografiarse conmigo les dije: “Chicas, perdónenme, pero no me abracen ni me besen”. Cualquiera trae algún bicho y lo adopto. ¡Y yo otra vez adentro no! En el 2005 estuve internado 164 días.
–Casi medio año.
–De estudios, de pinchazos, de sacarte sangre y buscarte las arterias.
–Lo peor ya pasó.
–No sé si pasó. El 6 de marzo volví al hospital, en el límite. Por nueve minutos le escapé a la muerte. Me salvó mi mujer, que es una máquina, ¡qué polenta tiene! Estábamos sentados en la cama, conversando, y le digo me siento mal, me caí para adelante y chau, sin conocimiento. Llamó rápido a la ambulancia, me cargaron y ella con el pañuelo por la ventanilla… Llegué en el borde de mi vida. Nueve minutos más y yo moría. Me desperté en terapia intensiva con una de esas máscaras que te dejan cara de coreano. Además, me metieron unos tubos para la respiración artificial. Eso me deshizo la garganta. Hay días que la voz la tengo bárbara, pero hay días que soy don Corleone. Cuando me sacaron el tubo quise hablar, ¡y la voz no salía! Ahí dije: “Bueno, ¡encima sordo ahora!” Al rato apareció un poco de voz; entonces dije: “Michael, ¿dónde está Michael?”
–Reducción de pulmones, pero no de sentido del humor.
–Soy un paciente con un humor espectacular. A eso de las ocho de la noche los médicos se juntaban conmigo a contar cuentos... Me acuerdo de otra: un día subiendo la escalera me resbalé, caí de espaldas y me rompí el húmero. Hospital, quirófano, una placa en el hombro y seis clavos. Ya sé lo que es ser un placar. Como no me dieron anestesia total, yo escuchaba todo… Pero dejame tomar un trago de té, a ver si se me abre un poco la voz… ya estoy mejor… Te decía: yo escuchaba el taladro, todo. Me iban poniendo anestesia donde les pedía. Al final, el médico dijo: “Este tornillo así está mal, tiene que quedar más oblicuo, alcanzame la agujereadora”. Y después: “Alcanzame el tornillo”. A estas alturas intervengo: “Doctor, no se olvide la arandela”. Si no te agarrás del humor, te volvés loco.
–Las palabras humor y amor comparten varias letras.
–Yo siempre digo que un gran amor se consigue con buen humor, pero un gran amor se destruye por mal humor.
–¿Cómo son tus días, Roberto?
–Muy quietito. Volví a los teclados, después de diez años. Sin nada que hacer, me pongo la peluca blanca y me transformo en Juan Sebastian Sánchez… Hace años, en un edificio que se llamaba El Castillo, armé un estudio descomunal. Largué eso y aquí, en mi casa, tengo una orquesta espectacular en diez metros cuadrados: tres teclados, dos módulos de sonido, las cámaras. Y todo de primera. Con esto me entretengo como loco. Y tengo una mujer adorable, que me cuida todos los minutos. María Olga Garaventa.
–Olga era la secretaria de tu representante.
–Sí. Te sigo contando mis días: me levanto tipo una, porque con mi mujer conversamos durante horas y nos dormimos tarde. Nada nos urge; nos levantamos tranquilos…
–Tras tu rehabilitación volverás al escenario.
–Mirá: eso no depende de mí. Depende de Dios. Además, para volver tengo que estar al doscientos por ciento. En estas movidas uno mete a trabajar a cien personas. Cien personas, cien familias. Si un día actuás y al otro día se devuelven las entradas porque la voz del cantante no está bien, causás mucho daño... Días hay en los que me levanto y, sí, ésta es la voz mía, con la que choreé, digo, con la que canté toda mi vida. Pero otros días soy el Padrino. Uno la va llevando… Si vuelve la voz haría un par de recitales. La despedida.
–¿Despedida? No te creo.
–Despedida. Creeme. Esta enfermedad es tremenda, tremenda. Yo ya hice shows con el micrófono McGiver que inventé. Cantaba y recibía oxígeno. Después me apoyaba en el piano y allí, en un florerito, me esperaba otro cañito de oxígeno. Y eso era antes de que me recortaran los pulmones… Si vuelvo será para despedirme.
–Lo dudo. Le vas a encontrar la vuelta.
–Escuchame bien, Rodolfo: ¿sabés qué pasa? Estoy cansado. Muy cansado. Ya hace 48 años que subí al escenario. Toda mi vida escenario. Empecé un 9 de julio; yo tendría 14; calculá: ¡tengo 62! Haciendo fonomímica en el colegio, imitaba a Elvis Presley; se rompió el disco de pasta y chau, seguí cantando a capella. Y el salón se cayó a pedazos. Todo el mundo se prendió; las minas bailaban conmigo. Dije: “¡Esta es la mía papá!”
–Marcado por alguien estabas.
–Designado. Pero cuidado con las palabras. El otro día en un informe de un canal pusieron: “El Dios Sandro”. Al minuto yo estaba llamando a Nora Lafon para que hablara al canal y sacaran esa basura. Que quede claro: soy un tipo muy creyente. Yo rezo a la mañana, mi mujer reza a la noche, y acá tenemos un pesebre todo el año. Entonces: Dios-es-Dios. Nadie más. Trasciende las religiones. Es energía. Yo me comunico con el hombre a través de la católica, ¿vio? Es la que me enseñaron.
–Tu casamiento, ¿por Iglesia?
–Claro que sí. Y en casa... Vos te podés casar en tu casa presentando certificado médico por inmovilidad. Hay una ley y la usé, y todo se hizo acá: el viernes 13 de abril por civil, ante la jueza Margarita Giménez, y el sábado 14 ante un cura que conocí en el Instituto del Diagnóstico, el padre Osvaldo Brown, que prefiere que lo llamen Pocho.
–Habrás invitado a varios cientos de amigos.
–No, unos 35. Aparte de los testigos, que fueron los hijos de María Olga, Manuela y Pablo, y Alicia Cuello y Roberto Sanz, estuvieron Gianfranco Pagliaro, Raúl Porchetto, Pepe Trelles, mi representante Aldo Aresi, y Chiche López.
–¿Y hubo vals?
–Sí, señor. Como corresponde. Y la novia repartió ligas y cortamos una torta decorada con rosas naturales y brindamos. Yo, todo eso, lo hice sin exagerar. Luciendo impecable smoking. Felicísimo.
–¿Qué oraciones elegís para tus mañanas?
–¡Uuuhhh papi, casi 15 minutos eh! Siempre la misma; parece un salmo… La oración fue creciendo a medida que empecé a correr peligro. Cuando me enfermé la primera vez, creí que me moría. En la terapia intensiva, entubado, yo no hacía más que rezar. Tenía un rosario celeste muy baratito, que me trajo Porchetto, mi hermanito más chico. El rosario viene de una señora que se conecta con la Virgen. Y siempre va conmigo. Cuando me internan lo ato a mi cabecera.
–Rosario celeste baratito… lindo arranque para una canción.
–Tengo una caja de ebanistería acá; me la regaló el padre de Sergio Denis. Tiene muchas divisiones. En una guardo cruces, en otra rosarios: los de madera aquí, los de plástico allí; los de oro, de plata, de cristal, más abajo. Tengo rosarios para tirar para arriba.
–Estás armado hasta los dientes, pertrechado para las contingencias celestiales.
–Sí, sí, olvidate. Desarmado no me va a pescar la fulana.
–¿Y qué dice tu oración matinal?
–Te lo sintetizo: rezo un padrenuestro y un avemaría. Luego digo: “Gracias, Padre, por este nuevo día donde reflejas toda tu gloria, gracias por darme la vida para poder contemplarla…” Después digo: “Como siempre, te pido que protejas a todos los que viven en esta casa y aleja de nosotros a aquéllos o aquéllas que pretendan hacernos daño...” Y después pido por los viejos, por los enfermos, por los pibes, para que termine la guerra, por los tipos sin trabajo, para que los jueces apliquen la ley y para que los que gobiernan a este país gobiernen…
–Amplísima la cobertura de tu salmo.
–¡Y sigue eh…! Después pido por mi mujer y por mí. Y hablo con la Virgen y le pido también una serie de cosas, y más adelante digo: “Gracias, Padre, por lo que me diste y me seguís dando, y por permitirnos tener lo que aún nos queda”. Después redondeo con unas palabras más, y ya está. Le hablo a alguien supremo, a quien no se debe confundir con ídolos de entre casa. Ocurre que los pibes de hoy perdieron el valor de las palabras. Cuando admiran a alguien largan “¡Dios! ¡Dios!” Si estuviéramos en una cultura helénica vaya y pase, pero somos judeocristianos...
–Bajemos. Hubo un tiempo, Roberto, en el que amenazabas con hacer un tuco y preparar unos fideos “un día de éstos”.
–Circunstancias ajenas a mi voluntad me impidieron cumplir con el tuco… Ahora no cocino más. Mi mujer, ¿sabés cómo cocina? ¡Ah, es una reina!
–A lo largo de un cuarto de siglo, siempre le escapaste al asunto de tus cosas del querer. ¿Podemos hablar de eso ahora?
–Podemos, sí. Mirá qué grande, me vino a aparecer esta reina hace un par de años, ¡a los 59! ¿Cómo puede ser? Un amor de esos que vienen sin aviso. Olvidate, ¡un flechazo eh!
–¿Hay explicación para semejante relámpago?
–Esto vino de arriba, no estuvo planeado. Olga trabajaba con Aresi. Yo llamaba por teléfono y me pasaba con Aldo, obvio. Estuvo trece años ahí y yo la miraba sin verla… Pero una tarde la vi.
–Si se puede saber, ¿qué pasó?
–Fue un beso en la mejilla, despidiéndome, porque íbamos para Rosario. Ese beso y se iluminó todo. Yo viajaba, y no podía ni hablar. Decía: “¿Qué es esto?, ¿estoy loco?” Y pensaba: “Tengo cerca de 60, familia formada... Ella bajó para saludarme, un beso en la mejilla y… y…”
–¿Y?
–Y tuvo que venir el padre Pocho… Imposible explicar lo que sentí en ese viaje. Yo iba en el auto y no podía pensar, estaba confundido... Entonces, abro el celular y la llamo, y le digo: “Tengo un beso encadenado entre mis labios...”
–¿Y?
–“Tengo un beso encadenado entre mis labios… y la llave de ese beso está en tu boca”.
–¿Y ella?
–Ella pensó: “Se equivocó, se lo habrá querido decir a su mujer...” Al rato vuelvo a llamar y le digo: “Eso que dije ¡es para vosss!” Pasaron los días, unas llamadas telefónicas, hasta que, bueno, pasó lo que pasó.
(Por este domingo está bien. Nos despedimos con Sánchez hasta el próximo. Entre tanto, reviso entrevistas que le hice a lo largo de los años. Y rescato una significativa serie de testimonios de esas fanáticas que en el Gran Rex le arrojaban corpiños o bombachas bendecidas por el frenesí de los recitales.
Año 1996. Sandro en su espectáculo Historia viva. Fila 4. Una mujer de unos 55 le grita: “¡Pedime lo que quieras, yeguo!” Su hijo, con aspecto de médico recién recibido, se tapa la cara. Ella le dice: “¡Pero no seas pelotudo! ¡Si a vos te hicimos con tu padre escuchando estas canciones!”
Y a caballo de la noche el show avanza. Chistes, lágrimas, reflexiones, jadeos, silencios de misa, sudor, histeria. Sandro aclara: “Aquí estoy, entre el milagro y el ridículo”. Una y otra vez se burla de sí mismo. Vuela la lencería íntima. “Quieeero llenaaarme de ti...” Una voz grita: “¡Besame las amígdalas, guacho!” Y la devolución del ídolo: “Mi amor, no puedo: mi boca está prohibida por la municipalidad”.
Hortensia (80) explica: “Vengo con mis nietas de 18 y 25 años para que lo amen como yo. Soy maestra jubilada y aquí puse todos mis ahorros”. Graciela (39) ya vino cuatro veces. Admite que “está muy panzón, pero me da vuelta intelectualmente”. Carmen (45) viene de Quilmes: “Mi marido se quedó de niñero... Yo siempre sueño con Sandro. En los sueños empezamos dialogando, después llega el deseado largo beso. Ojo, que el sueño no termina. Seguimos. Y entonces…”
Escuchar para creer. Ana María (51) es arquitecta: “Si no me sacan fotos, le cuento: en mi cama matrimonial estamos los tres. Yo, mi marido y Sandro. Pero mi marido no lo sabe: hace tiempo, corté en pedacitos una foto muy besada de Sandro, abrí mi almohada, metí todos los pedacitos adentro, la cosí... Siempre Sandro en mi cama”.
Podemos hacer sociología y unas cuantas cosas más. Pero mejor dejemos que los testimonios digan lo que dicen. Sandro es, antes y después, Roberto Sánchez. Y Sánchez, increíblemente, es ese que me confesó lo del beso en la mejilla que lo llevó a casarse casi a los 60.
El domingo siguiente llega y seguimos la conversación. Tiene la voz más despejada.
–Roberto, antes que nada, escuchá un fragmento de lo que me decías en agosto del 80, la noche anterior a tu cumpleaños 35, en un cafecito de Banfield, al compás de una botella de whisky:
“Estamos muy mal educados desde la escuela. Así como vamos, lo único que puede prosperar es el chanterío."
“Sandro prosperó. ¿Es un chanta Sandro?"
“Te podría decir que no; preferiría demostrarte que no. Para decirlo con esa frase gastada: soy un tipo realizado. Yo soñé mucho, pero con acción, sabiendo adónde iba. ¡Salud!"
"“¡Salud! Antes de que perdamos el conocimiento, decime, ¿vos sos Sandro?"
“No. Yo soy Roberto Sánchez y hago de Sandro como si hiciera de Batman."
“¿Y cómo es tu personaje?"
“Es un atorrante tierno, un desfachatado muy respetuoso. Con alta dignidad de trabajo. Sé que un cantante de pronto es más importante que un político: recibe todo el amor y todas las frustraciones del mundo. Y encima le pagan sin tener que prometer nada. Lo menos que puedo hacer es matarme en el escenario."
“¿Para quién canta Sandro?"
“No quiero favorecer la corrupción diciendo que canto para las masas. Linda mentira. Canto para mí. Lo mío es un divertimento, cargado de humor, a veces mechado con cosas seudoprofundas. Nunca quise ser apóstol ni profeta."
“¿Sos frívolo?"
“Soy frívolo. Si te respondiera no, sería un chanta. Y ser chanta es algo que me revuelve la sangre. La famosa viveza criolla sigue a la orden del día. Todo lo que nos pasa es producto del chanterío."
“¿Y qué nos pasa?"
“Nos pasa que estamos sumergidos en la mierda. Hasta el cuello.”
–Esto me decías hace un cuarto de siglo.
–Ahora opino lo mismo. Pero con una corrección: no estamos sumergidos en la eme hasta el cuello. Estamos sumergidos hasta los ojos.
–¿Te referís al analfabetismo agravado por la analfabetización de tantos medios de des-comunicación?
–A eso me refiero. No hablo al voleo: lo sé y lo sufro: el nivel baja y baja, y la eme sube y sube. Basta con leer las cartas que recibo en todos los niveles… A veces leo con dolor y marco con un lápiz rojo. Da pena. Sin embargo, por debajo de tanta ignorancia brotan los ideales. Esto es desastroso, pero no está perdido. Por empezar, desde los medios habría que dejar de nivelar para abajo. Se habla peor que en las tribunas, para caer simpáticos. Todo se resuelve con facilismo. La degradación del idioma ha sido absoluta, ¡absoluta! Así, terminaremos haciendo sonidos guturales.
–A la hora de componer, ¿cómo te influye todo esto?
–Tengo serias dificultades. Siento que estoy un poco desfasado con la forma en que se escribe ahora. Me va a costar mucho escribir para estar en onda. Es que la composición cambió ¡para peor! Hace poco grabé un longplay de versos: me lo pedían las minas como locas, porque a ellas les gusta que yo les haga el piripipí arriba del escenario y les diga cosas... Escribí un poema con la frase “quítame los grilletes”. Y en el estudio de grabación me dicen: “Señor... los grilletes, ¿qué son?” Hago una encuesta y de diez personas sólo dos sabían qué era grillete. Cambié grilletes por esposas. Me está costando ponerme al ritmo de esta degradación. Pero, bueno, hago alguna cosita, aunque estoy muy cansado todavía. ¿Te das cuenta?, cansado por mi cuore, por mis pulmones limitados; cansado por nada de alcohol, nada de sal. Y encima cansado porque las sencillas cosas que escribo tengo que traducirlas a un castellano pobrísimo. Se vienen las canciones con sonidos guturales.
–El apogeo de don Tarzán. Siendo un gran referente, no se explica cómo no lo invitan a los Congresos de la Lengua… Roberto, apocalípticos estamos. ¿Tenemos derecho?
–No, porque hay tantos que siguen soñando.
–¿Te parece posible manejarse con extravagancias como el honor y la palabra?
–Es imprescindible volver a esos códigos. Mirá qué extravagante soy que con mi representante Oscar Anderle estuve casi 25 años, hasta su muerte, sin firmar nada. Con Aldo Aresi, desde hace más de 30 también trabajamos a pura palabra de honor.
–Roberto, ¿no tenés algún departamento para alquilarme? Seguro que no me pedirías ni el mes de depósito ni garantes.
–Garantes… Me hacés acordar de un cuento… Ahí va: don Salomón acaba de cerrar la venta de una casa. Sale de la inmobiliaria con los ojitos brillantes. Un tipo que pide limosna lo ve y piensa “éste tiene guita”. Salomón sube al auto; toc toc, baja la ventanilla, “¿qué pasa...?” “Mire, señor, le pido humildemente una ayudita para alimentar a mis hijitos.” “¡No tengue plata, viejo!” Y le sube el vidrio. El otro vuelve a golpear: “Pero mire, cuatro hijitos, se lo pido por Dios...” “¿No te dije que no tengue plata?” “Un pesito, señor…” “¿En qué te tengue que hablar, en yiddish? ¡No tengue!” Sube el vidrio. Toc toc… “Señor, ¡se lo pido por Dios y por la Virgen!” “Ah, bueno, con dos garantes es otra cosa!”… Ja ja... Estábamos hablando del honor, de la palabra… Esto es muy sencillo: el mayor capital que puede tener un humano es la confianza de otro humano. Si perdiste eso, perdiste como loco.
–Me quedó zumbando el asunto de esa decadencia que se refleja en el lenguaje…
–Y en la furia cotidiana… Hay cosas difíciles de comprender; estamos desbordados: ahora se mata con furia.
–¿Y a qué se deberá tanta furia?
–Si entramos a detallar, va a ser la lista de un mercado… Alguna vez lo hablamos. De manera creciente la frivolidad de los que tienen mucho se volvió ostentación. Cuando andaba por mis 30, yo me compré un Rolex, un Dupont, un Mercedes. Ahí me di cuenta de que en ningún país vi tantos Rolex como aquí. Con el Mercedes anduve poquísimo, hasta que descubrí que tenía mal olor: claro, había una rata muerta en el motor. Por años lo guardé; no quería ofender al tipo que labura en la calle. Ser ídolo no da derecho a regodearse en la impunidad. Ciertas revistas son prontuarios explícitos: caballeros que afanan sin asco, lo exhiben a todo color. ¡Vean cuánto tengo! ¡El que no afana es un gil...! Por otro lado, el hacinamiento en las guarderías infantiles, la desocupación, la reclusión de nuestros ancianos en los morideros. ¡Vamos todavía!
–En este dale que va, ¿adónde te parece que vamos a parar?
–Al pozo.
–Algunos sueñan con la solución del “basta de democracia y que venga la mano dura”.
–No. Eso nunca más. Peor el remedio que la enfermedad. Por empezar, hagámonos cargo de lo que engendra tanta furia. ¿Qué es el hombre? Una máquina loquísima que cada vez se conoce menos a sí mismo.
–¿Y los mentados ejemplos?
–Si observamos los que hay en el mercado, es preferible que los pibes no tengan modelos. Obscena la frivolidad de hoy. Por esto también la gente está tan mal. A los corruptos se les pide un poquito de discreción, por favor. Pero cuidado, que todo esto no nos haga perder la bendita esperanza.
–Para que la esperanza no sea palabra de ocasión, ¿qué hacemos?
–Cambiar la educación desde la escuela. Apenas si se enseña a vivir.
–¿Te parece poco?
–Pero el vivir que se enseña es el sobrevivir. El vivir chiquito, el de la chatura. No se enseña ni a pensar ni a imaginar… Las escuelas, por esta degradación que arrastra décadas, son depósitos. Tienen que ser lugares luminosos, fascinantes. La cosa cambiará el día en el que los padres puedan amenazar diferente: “Querido, si te seguís portando mal, ¡mañana no te dejamos ir a la escuela!”
–¿Qué otro elemento explica este tiempo tan furioso?
–Nos acostumbraron a soñar mal. A soñar lo que no se puede hacer. Siempre digo: hay que saber qué es lo que se puede para después saber qué es lo que se quiere.
–¿Y aquello de que a las cosas hay que hacerlas, aunque sea mal?
–No me anoto en ésa: lo importante es saber los propios límites y hacerlas bien. Se sueña al pedo. Todos quieren ser famosos. Ya sé que los maestros desde siempre ganan mal, ¿pero a nadie le interesa ser maestro, o ingeniero agrónomo? Se busca la cámara, la vidriera, la pura apariencia… Querido, te propongo parar aquí, antes que la voz se me ponga onda don Corleone. ¿La seguimos el domingo que viene?
(Mientras germina el tercer domingo, escarbo otros lejanos encuentros con Sánchez. Doy con una seguidilla de palabras con que sus fanáticas lo nombran: Hermoso, Gitano, Divino, Demonio, Tigre, Huracán, Sandro Magno, Macho, Ayayito, Papito, Potro, Yeguo, Maestro... Recuerdo otro momento de Historia viva. En escena, una especie de secretario le reclama el sueldo a Sandro. Desde la platea alta una voz grita: “¡Yo voy gratis, papito!” Y otra: “¡Yo te baño!” Sandro afloja sus ropas, canta, conversa: “Cuando chicos éramos tan pobres que el arco iris salía en blanco y negro”. Por unos segundos imita al Sandro eléctrico y sensual de hace décadas, después camina como un viejito con ciática: se burla de sí mismo. Mientras tanto, aprovecha para meter aire en sus pulmones desesperados; pide: “Preparen la ambulancia”. Del medio de la platea una voz le contesta: “¡Papi, yo te hago boca a boca!” Transpira, suda, renueva toallas. Pasa del vértigo a la reflexión. La histeria se convierte en silencio absoluto. Ingresa esa “bandera tan olvidada que sólo sacamos para el Mundial... De seguir así, un día nos vamos a acostar con ésta y nos vamos a levantar con otra”.
Ahora nos llega la tardecita del tercer domingo. Y ya completamos esta entrevista.
–Roberto, te propongo un chequeo.
–Pará. ¡Otro más!
–Nada de agujas. Un chequeo de memoria emotiva. Yo te tiro algunas palabras y vos las completás. Ahí vamos: “tercer grado”.
–Gracias, infinitas, por el recuerdo. Mi maestra, Norma Eva Cuniglio. Dentro de una escuela primaria fabulosa, la señorita Cuniglio conmigo tuvo consecuencias que hoy disfruto. Era una maestra singular porque enseñaba a aprender. A mí me perdonó mi animalidad para los números y vislumbró cierta vena poética. Ponía un cuadro de Cézanne y nos decía: “Escriban, cuenten lo que ven”. Ponía la Sinfonía 23 de Mozart y nos decía: “¿Oyen? Pónganle palabras”. Nos dejaba practicar tiro al blanco con nuestras navajas, sabía karate, bailaba rock. Naturalmente, en la escuela y en la vida, no le fue fácil la cosa. Yo tengo la marca de la libertad en la costura de mi ser. Ella, la pobre santa, me dejó para siempre esa marca.
–¿Pobre santa?
–La señorita Cuniglio se suicidó.
–Sigamos, Roberto: “media suela”.
–Mi padre. El gran Vicente. Laburante hermoso. Se daba maña para todo: le hizo un horno a mi vieja para cocinar arriba del calentador. También le hizo una heladera, a hielo… Para disimular nuestra estrechez económica, él me cambiaba las suelas de los zapatos. Un sabio con sólo tercer grado. Discutiendo, insuperable. Te hacía puré. Una vez apartó a mis abogados y me ganó un juicio. Me enseñó que cuando uno da su palabra esa palabra es inmortal. El gran Vicente, ¡por favor!
–Sigamos con el chequeo. Si digo “complejo de Edipo”…
–Rápido te contesto que eso es lo que algunos atolondrados decían que yo tenía con mi madre. Zonzos de lengua fácil. Irma Nidia Ocampo: así se llamaba. Padecía reuma y eso derivó en artrosis al año de yo nacer. A los 21, la muchacha vital y rubicunda que había elegido a mi padre se convirtió en inválida. Postrada, con 40 kilos, con sus rodillas soldadas, desde su inmovilidad me enseñó todo: a vestirme, a lavarme la ropa, a hacerme la cama. Y nada de Caperucita Roja: me leía Las mil y una noches. A los cuatro años íbamos los miércoles a ver tres películas de amor. Allí empecé a decir: “Voy a ser artista de cine en colores, mamá”. Y eso es lo que soy. Algo fundamental: ella me hizo socio de la Biblioteca Popular Sarmiento, de Valentín Alsina. Me inició en el supremo placer de la lectura… La vida entera de mi mamá, que soñaba con ser bailarina, duró 64 años… Yo me llamo Roberto Sánchez Ocampo. No sé si me explico.
–Las imágenes de tus viejos, ¿te acompañan?
–En algunos momentos muy intensos. También, a veces, cuando estoy frente al televisor y veo un guanaco que dice “¡che boludo!” Ahí me digo: ¡si estuvieran Nina y Vicente acá! Mi viejo le tira con un pan o con lo venga al televisor. Te juro.
–No hace mucho anduvimos entretenidos buscando el gen argentino. Vos estuviste en el lote. Te recibiste de ídolo, digamos.
–Flor de mentiroso sería si lo negara. Ser ídolo supone una enorme responsabilidad. Mucho cuidado con la ligereza. Un cacho de fama no lo autoriza a uno a nada. ¡Por el amor de Dios!
–Puesto a elegir argentinos decisivos, ¿vos a quién nombrás?
–A Roberto de Vicenzo como deportista. El tipo hizo una carrera sin escándalos, con menos perfil que un tarro ‘e talco... Y nombro a Hugo del Carril. Talento, coherencia, conducta. No tuve la suerte de darle un apretón de manos… Me inclino por los menos conocidos y tan olvidados. Por Maradona, por el doctor Claudio María Maradona. Un hombre impresionante… ¿Vos sabés lo que es un stent? Es algo para destapar las arterias del cuore. Lo inventó un doctor de apellido Luna, un riojano, simpático y divertido. Fijate, ni el nombre le sé. ¡Resulta que el tipo inventó ese aparato que anda por todo el mundo! Sí, hay argentinos muy valiosos. Y hay algunos servidores en cosas que resultan graciosas. ¿Viste las tapitas del agua, que las abrís girando fuerte? Se quiebra el precinto y se saca la tapa. Bueno, ese sistema tan práctico lo inventaron dos muchachos de acá. Y no vamos a entrar con la pavada del dulce de leche... Seamos serios.
–Seamos. ¿Cómo caraxus hiciste para que la idolatría no te comiera por las patas?
–Mirá, esto yo me lo aclaré a los 31, sentado arriba del portón de entrada de mi casa. Desde ahí tenía la panorámica: veía los garajes con mis autos, la casa espectacular a esa hora de la caída del sol... Estaba tomando un whisky y me dije: bueno, ¿así que sos un ídolo? Roberto, ¿y ahora qué? Y ahí fue que de algún modo tuve mi verdadero bautismo. De paso te cuento que mi viejo me bautizó porque si no después no te dejaban entrar en el colegio; él era anticlerical, creía en Dios y nada más. Pero odiaba a los curas, directamente… Volviendo a mí, allá arriba del portón. Me dije: ¿así que esto es el éxito? Empecé a indagar en cuestiones psicológicas, después fui a parar a la parapsicología. Buscaba razones de por qué me pasaba esto a mí y no a otro. ¿Por qué a mí lo bueno? ¿Por qué Dios me señaló, si yo estaba en la cuarta fila? ¿Por qué me dijo “vos negrito serás Sandro”? Y yo miré para atrás, y como había un rubio de ojos celestes, asombrado le pregunté: “¿A mí me señala, Padre?” “Sí, a vos.” Y me dio todo esto. Y a cambio, bueno… me saca el aire. Me cuesta tanto respirar... ja, ya ves, ¡la vida tanto da y tanto quita!
–Roberto, un par de veces me dijiste que te sentías cansado.
–Es que me siento cansado, Rodolfo. Nada de sal ni de whisky ni de vino ni de champagne; nada de caminatas ni de frío ni de calor. No me quejo, Dios mío, pero no es fácil esto. Por ahora cumplo calladito, pero en cuanto me den el alta... ¡van a temblar los estaños! No, en serio, quiero retomar una vida parecida a lo normal... Aparte, ya no es solamente los pulmones: ahora es el cuore ¡y con ése no se jode eh! Hago mis deberes: ni Martini estilo Churchill ni gin ni nada. Tengo un kinesiólogo tres veces por semana y una silla para hacer gimnasia, mi silla eléctrica… Pero no me rindo. Ahí vamos saliendo, asomando muuuy de a poquito, viste.
–¿Has domado tus miedos?
–Nooo, qué voy a domar. Te lo quiero confesar: estoy lleno de miedos. Lleno de miedos, Rodolfo. Uno de los miedos más fuertes es cuando me acuesto, es ver si me despierto al otro día, ¿comprendés? Cada noche me pongo un poquitito de oxígeno, por seguridad. Entro al sueño pensando eso: ¿me despertaré mañana? Dios te da, Dios te quita. Ni sal ni alcohol ni paseos ni nada… Es triste, viejo… así la Vida, ¿es vida?
–¿Es vida?
–Vida es… Hace diez años, cuando estaba jodido del fuelle, pero sin estos problemas de cuore, te dije algo que ahora te repito: aunque estoy muy cansado hago buena letra, pero con la debida aclaración: “Vea, Padre, yo puedo perder la vida, ¡pero a la vida no me la pierdo eh!”.
Por Rodolfo Braceli
rbraceli@arnet.com.ar
Fotos: Daniel Merle, álbum familiar, archivo y gentileza Nora Lafon
Para saber más: www.rodolfobraceli.com
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/966370
Sandro: genio & figura
El ídolo que nunca da entrevistas habla aquí sobre sus noches, sus días, sus dolencias, sus amores, sus felicidades, su permanente pulseada por la vida...
Pregunta, para responder en ayunas: ¿en qué consiste vivir?
Intento, conato de respuesta: vivir consiste en respirar. Y a respirar se aprende sucesivamente, siempre, nunca se termina.
(Este debería ser el final de esta entrevista. Pero ya no hay caso, es el comienzo.)
Sabido es: Sandro concede muy pocos reportajes y sólo en función de sus espectáculos de turno. De su vida personal, la referida a las cosas del querer, jamás habla. Se lo reconoce como un sabio administrador de su imagen pública. Vendría a ser una especie de Greto Garbo; opera como un habilísimo topo que asoma muy de vez en vez y sabe estar presente mediante el imán de sus ausencias. Lo otro que sabemos es que se casó por primera vez en abril de este año y que antes apostó a todo o nada afrontando una crucial cirugía en sus pulmones exhaustos. No es casual, ya va para cuatro años sin subir a un escenario. Cuando le pedí la nota, por intermedio de Nora Lafon, su agente de prensa, estaba seguro de que la respuesta iba a ser no. Por sus hábitos y por su sostenida delicada salud. Balbuceé, descreído: “Con diez minutos de charla estamos”.
Desnucando toda lógica, Sandro, es decir, Roberto Sánchez, dijo sí. Y la charla sucedió en el sitio neutral de ratos escalonados en tres tardecitas de domingo. El primer encuentro iba a ser, pero no fue. El domingo siguiente sí: Roberto Sánchez, con la voz apenas reconocible, ahora me dice:
–Mil disculpas por mi faltazo. No estaba en condiciones ni de saludarte.
–Imaginé que algo jorobado te había pasado.
–Fue por un solcito.
–Una insolación.
–No. Trajeron a casa a una criatura de la familia, y ver ese solcito me emocionó tanto que se me cerró el pecho: broncoespasmo. Me duró una hora y media. ¿Vos sabés lo que es un broncoespasmo? Angustiante: el aire te entra, pero no te llega. Decí que yo tengo acá en casa máscara de oxígeno, como la de los submarinos. Y zafo. Aparte, el tiempo está como el mundo, loquísimo. Viejo, ayer por la tarde, calorcito: me querían sacar a dar una vuelta. Yo no puedo salir en invierno, obvio. Y en verano, si hace mucho calor, me sofoco. Vivo encerrado con una cierta temperatura. Ocurre que me hicieron modelaje de pulmón, me sacaron algo que está en la punta de los alvéolos y que es lo que no deja pasar el aire. Sentado no me hace falta oxígeno; cuando duermo tampoco; el asunto es cuando me muevo. Mi rehabilitación será larga. El modelaje supone un achicamiento, y eso afecta mi capacidad respiratoria.
–¿En los dos pulmones fue eso?
–Sí caballero, en ambos dos. Ocho horas de operación. Estoy mucho mejor porque, después de todo, ¡estoy! Pero me quedé con una bronquitis crónica y convertido en un radar cazagérmenes. Ando por la vida con esas redecitas, pero en vez de mariposas cazo gérmenes. Cuando entraron el día de mi cumpleaños las fans para fotografiarse conmigo les dije: “Chicas, perdónenme, pero no me abracen ni me besen”. Cualquiera trae algún bicho y lo adopto. ¡Y yo otra vez adentro no! En el 2005 estuve internado 164 días.
–Casi medio año.
–De estudios, de pinchazos, de sacarte sangre y buscarte las arterias.
–Lo peor ya pasó.
–No sé si pasó. El 6 de marzo volví al hospital, en el límite. Por nueve minutos le escapé a la muerte. Me salvó mi mujer, que es una máquina, ¡qué polenta tiene! Estábamos sentados en la cama, conversando, y le digo me siento mal, me caí para adelante y chau, sin conocimiento. Llamó rápido a la ambulancia, me cargaron y ella con el pañuelo por la ventanilla… Llegué en el borde de mi vida. Nueve minutos más y yo moría. Me desperté en terapia intensiva con una de esas máscaras que te dejan cara de coreano. Además, me metieron unos tubos para la respiración artificial. Eso me deshizo la garganta. Hay días que la voz la tengo bárbara, pero hay días que soy don Corleone. Cuando me sacaron el tubo quise hablar, ¡y la voz no salía! Ahí dije: “Bueno, ¡encima sordo ahora!” Al rato apareció un poco de voz; entonces dije: “Michael, ¿dónde está Michael?”
–Reducción de pulmones, pero no de sentido del humor.
–Soy un paciente con un humor espectacular. A eso de las ocho de la noche los médicos se juntaban conmigo a contar cuentos... Me acuerdo de otra: un día subiendo la escalera me resbalé, caí de espaldas y me rompí el húmero. Hospital, quirófano, una placa en el hombro y seis clavos. Ya sé lo que es ser un placar. Como no me dieron anestesia total, yo escuchaba todo… Pero dejame tomar un trago de té, a ver si se me abre un poco la voz… ya estoy mejor… Te decía: yo escuchaba el taladro, todo. Me iban poniendo anestesia donde les pedía. Al final, el médico dijo: “Este tornillo así está mal, tiene que quedar más oblicuo, alcanzame la agujereadora”. Y después: “Alcanzame el tornillo”. A estas alturas intervengo: “Doctor, no se olvide la arandela”. Si no te agarrás del humor, te volvés loco.
–Las palabras humor y amor comparten varias letras.
–Yo siempre digo que un gran amor se consigue con buen humor, pero un gran amor se destruye por mal humor.
–¿Cómo son tus días, Roberto?
–Muy quietito. Volví a los teclados, después de diez años. Sin nada que hacer, me pongo la peluca blanca y me transformo en Juan Sebastian Sánchez… Hace años, en un edificio que se llamaba El Castillo, armé un estudio descomunal. Largué eso y aquí, en mi casa, tengo una orquesta espectacular en diez metros cuadrados: tres teclados, dos módulos de sonido, las cámaras. Y todo de primera. Con esto me entretengo como loco. Y tengo una mujer adorable, que me cuida todos los minutos. María Olga Garaventa.
–Olga era la secretaria de tu representante.
–Sí. Te sigo contando mis días: me levanto tipo una, porque con mi mujer conversamos durante horas y nos dormimos tarde. Nada nos urge; nos levantamos tranquilos…
–Tras tu rehabilitación volverás al escenario.
–Mirá: eso no depende de mí. Depende de Dios. Además, para volver tengo que estar al doscientos por ciento. En estas movidas uno mete a trabajar a cien personas. Cien personas, cien familias. Si un día actuás y al otro día se devuelven las entradas porque la voz del cantante no está bien, causás mucho daño... Días hay en los que me levanto y, sí, ésta es la voz mía, con la que choreé, digo, con la que canté toda mi vida. Pero otros días soy el Padrino. Uno la va llevando… Si vuelve la voz haría un par de recitales. La despedida.
–¿Despedida? No te creo.
–Despedida. Creeme. Esta enfermedad es tremenda, tremenda. Yo ya hice shows con el micrófono McGiver que inventé. Cantaba y recibía oxígeno. Después me apoyaba en el piano y allí, en un florerito, me esperaba otro cañito de oxígeno. Y eso era antes de que me recortaran los pulmones… Si vuelvo será para despedirme.
–Lo dudo. Le vas a encontrar la vuelta.
–Escuchame bien, Rodolfo: ¿sabés qué pasa? Estoy cansado. Muy cansado. Ya hace 48 años que subí al escenario. Toda mi vida escenario. Empecé un 9 de julio; yo tendría 14; calculá: ¡tengo 62! Haciendo fonomímica en el colegio, imitaba a Elvis Presley; se rompió el disco de pasta y chau, seguí cantando a capella. Y el salón se cayó a pedazos. Todo el mundo se prendió; las minas bailaban conmigo. Dije: “¡Esta es la mía papá!”
–Marcado por alguien estabas.
–Designado. Pero cuidado con las palabras. El otro día en un informe de un canal pusieron: “El Dios Sandro”. Al minuto yo estaba llamando a Nora Lafon para que hablara al canal y sacaran esa basura. Que quede claro: soy un tipo muy creyente. Yo rezo a la mañana, mi mujer reza a la noche, y acá tenemos un pesebre todo el año. Entonces: Dios-es-Dios. Nadie más. Trasciende las religiones. Es energía. Yo me comunico con el hombre a través de la católica, ¿vio? Es la que me enseñaron.
–Tu casamiento, ¿por Iglesia?
–Claro que sí. Y en casa... Vos te podés casar en tu casa presentando certificado médico por inmovilidad. Hay una ley y la usé, y todo se hizo acá: el viernes 13 de abril por civil, ante la jueza Margarita Giménez, y el sábado 14 ante un cura que conocí en el Instituto del Diagnóstico, el padre Osvaldo Brown, que prefiere que lo llamen Pocho.
–Habrás invitado a varios cientos de amigos.
–No, unos 35. Aparte de los testigos, que fueron los hijos de María Olga, Manuela y Pablo, y Alicia Cuello y Roberto Sanz, estuvieron Gianfranco Pagliaro, Raúl Porchetto, Pepe Trelles, mi representante Aldo Aresi, y Chiche López.
–¿Y hubo vals?
–Sí, señor. Como corresponde. Y la novia repartió ligas y cortamos una torta decorada con rosas naturales y brindamos. Yo, todo eso, lo hice sin exagerar. Luciendo impecable smoking. Felicísimo.
–¿Qué oraciones elegís para tus mañanas?
–¡Uuuhhh papi, casi 15 minutos eh! Siempre la misma; parece un salmo… La oración fue creciendo a medida que empecé a correr peligro. Cuando me enfermé la primera vez, creí que me moría. En la terapia intensiva, entubado, yo no hacía más que rezar. Tenía un rosario celeste muy baratito, que me trajo Porchetto, mi hermanito más chico. El rosario viene de una señora que se conecta con la Virgen. Y siempre va conmigo. Cuando me internan lo ato a mi cabecera.
–Rosario celeste baratito… lindo arranque para una canción.
–Tengo una caja de ebanistería acá; me la regaló el padre de Sergio Denis. Tiene muchas divisiones. En una guardo cruces, en otra rosarios: los de madera aquí, los de plástico allí; los de oro, de plata, de cristal, más abajo. Tengo rosarios para tirar para arriba.
–Estás armado hasta los dientes, pertrechado para las contingencias celestiales.
–Sí, sí, olvidate. Desarmado no me va a pescar la fulana.
–¿Y qué dice tu oración matinal?
–Te lo sintetizo: rezo un padrenuestro y un avemaría. Luego digo: “Gracias, Padre, por este nuevo día donde reflejas toda tu gloria, gracias por darme la vida para poder contemplarla…” Después digo: “Como siempre, te pido que protejas a todos los que viven en esta casa y aleja de nosotros a aquéllos o aquéllas que pretendan hacernos daño...” Y después pido por los viejos, por los enfermos, por los pibes, para que termine la guerra, por los tipos sin trabajo, para que los jueces apliquen la ley y para que los que gobiernan a este país gobiernen…
–Amplísima la cobertura de tu salmo.
–¡Y sigue eh…! Después pido por mi mujer y por mí. Y hablo con la Virgen y le pido también una serie de cosas, y más adelante digo: “Gracias, Padre, por lo que me diste y me seguís dando, y por permitirnos tener lo que aún nos queda”. Después redondeo con unas palabras más, y ya está. Le hablo a alguien supremo, a quien no se debe confundir con ídolos de entre casa. Ocurre que los pibes de hoy perdieron el valor de las palabras. Cuando admiran a alguien largan “¡Dios! ¡Dios!” Si estuviéramos en una cultura helénica vaya y pase, pero somos judeocristianos...
–Bajemos. Hubo un tiempo, Roberto, en el que amenazabas con hacer un tuco y preparar unos fideos “un día de éstos”.
–Circunstancias ajenas a mi voluntad me impidieron cumplir con el tuco… Ahora no cocino más. Mi mujer, ¿sabés cómo cocina? ¡Ah, es una reina!
–A lo largo de un cuarto de siglo, siempre le escapaste al asunto de tus cosas del querer. ¿Podemos hablar de eso ahora?
–Podemos, sí. Mirá qué grande, me vino a aparecer esta reina hace un par de años, ¡a los 59! ¿Cómo puede ser? Un amor de esos que vienen sin aviso. Olvidate, ¡un flechazo eh!
–¿Hay explicación para semejante relámpago?
–Esto vino de arriba, no estuvo planeado. Olga trabajaba con Aresi. Yo llamaba por teléfono y me pasaba con Aldo, obvio. Estuvo trece años ahí y yo la miraba sin verla… Pero una tarde la vi.
–Si se puede saber, ¿qué pasó?
–Fue un beso en la mejilla, despidiéndome, porque íbamos para Rosario. Ese beso y se iluminó todo. Yo viajaba, y no podía ni hablar. Decía: “¿Qué es esto?, ¿estoy loco?” Y pensaba: “Tengo cerca de 60, familia formada... Ella bajó para saludarme, un beso en la mejilla y… y…”
–¿Y?
–Y tuvo que venir el padre Pocho… Imposible explicar lo que sentí en ese viaje. Yo iba en el auto y no podía pensar, estaba confundido... Entonces, abro el celular y la llamo, y le digo: “Tengo un beso encadenado entre mis labios...”
–¿Y?
–“Tengo un beso encadenado entre mis labios… y la llave de ese beso está en tu boca”.
–¿Y ella?
–Ella pensó: “Se equivocó, se lo habrá querido decir a su mujer...” Al rato vuelvo a llamar y le digo: “Eso que dije ¡es para vosss!” Pasaron los días, unas llamadas telefónicas, hasta que, bueno, pasó lo que pasó.
(Por este domingo está bien. Nos despedimos con Sánchez hasta el próximo. Entre tanto, reviso entrevistas que le hice a lo largo de los años. Y rescato una significativa serie de testimonios de esas fanáticas que en el Gran Rex le arrojaban corpiños o bombachas bendecidas por el frenesí de los recitales.
Año 1996. Sandro en su espectáculo Historia viva. Fila 4. Una mujer de unos 55 le grita: “¡Pedime lo que quieras, yeguo!” Su hijo, con aspecto de médico recién recibido, se tapa la cara. Ella le dice: “¡Pero no seas pelotudo! ¡Si a vos te hicimos con tu padre escuchando estas canciones!”
Y a caballo de la noche el show avanza. Chistes, lágrimas, reflexiones, jadeos, silencios de misa, sudor, histeria. Sandro aclara: “Aquí estoy, entre el milagro y el ridículo”. Una y otra vez se burla de sí mismo. Vuela la lencería íntima. “Quieeero llenaaarme de ti...” Una voz grita: “¡Besame las amígdalas, guacho!” Y la devolución del ídolo: “Mi amor, no puedo: mi boca está prohibida por la municipalidad”.
Hortensia (80) explica: “Vengo con mis nietas de 18 y 25 años para que lo amen como yo. Soy maestra jubilada y aquí puse todos mis ahorros”. Graciela (39) ya vino cuatro veces. Admite que “está muy panzón, pero me da vuelta intelectualmente”. Carmen (45) viene de Quilmes: “Mi marido se quedó de niñero... Yo siempre sueño con Sandro. En los sueños empezamos dialogando, después llega el deseado largo beso. Ojo, que el sueño no termina. Seguimos. Y entonces…”
Escuchar para creer. Ana María (51) es arquitecta: “Si no me sacan fotos, le cuento: en mi cama matrimonial estamos los tres. Yo, mi marido y Sandro. Pero mi marido no lo sabe: hace tiempo, corté en pedacitos una foto muy besada de Sandro, abrí mi almohada, metí todos los pedacitos adentro, la cosí... Siempre Sandro en mi cama”.
Podemos hacer sociología y unas cuantas cosas más. Pero mejor dejemos que los testimonios digan lo que dicen. Sandro es, antes y después, Roberto Sánchez. Y Sánchez, increíblemente, es ese que me confesó lo del beso en la mejilla que lo llevó a casarse casi a los 60.
El domingo siguiente llega y seguimos la conversación. Tiene la voz más despejada.
–Roberto, antes que nada, escuchá un fragmento de lo que me decías en agosto del 80, la noche anterior a tu cumpleaños 35, en un cafecito de Banfield, al compás de una botella de whisky:
“Estamos muy mal educados desde la escuela. Así como vamos, lo único que puede prosperar es el chanterío."
“Sandro prosperó. ¿Es un chanta Sandro?"
“Te podría decir que no; preferiría demostrarte que no. Para decirlo con esa frase gastada: soy un tipo realizado. Yo soñé mucho, pero con acción, sabiendo adónde iba. ¡Salud!"
"“¡Salud! Antes de que perdamos el conocimiento, decime, ¿vos sos Sandro?"
“No. Yo soy Roberto Sánchez y hago de Sandro como si hiciera de Batman."
“¿Y cómo es tu personaje?"
“Es un atorrante tierno, un desfachatado muy respetuoso. Con alta dignidad de trabajo. Sé que un cantante de pronto es más importante que un político: recibe todo el amor y todas las frustraciones del mundo. Y encima le pagan sin tener que prometer nada. Lo menos que puedo hacer es matarme en el escenario."
“¿Para quién canta Sandro?"
“No quiero favorecer la corrupción diciendo que canto para las masas. Linda mentira. Canto para mí. Lo mío es un divertimento, cargado de humor, a veces mechado con cosas seudoprofundas. Nunca quise ser apóstol ni profeta."
“¿Sos frívolo?"
“Soy frívolo. Si te respondiera no, sería un chanta. Y ser chanta es algo que me revuelve la sangre. La famosa viveza criolla sigue a la orden del día. Todo lo que nos pasa es producto del chanterío."
“¿Y qué nos pasa?"
“Nos pasa que estamos sumergidos en la mierda. Hasta el cuello.”
–Esto me decías hace un cuarto de siglo.
–Ahora opino lo mismo. Pero con una corrección: no estamos sumergidos en la eme hasta el cuello. Estamos sumergidos hasta los ojos.
–¿Te referís al analfabetismo agravado por la analfabetización de tantos medios de des-comunicación?
–A eso me refiero. No hablo al voleo: lo sé y lo sufro: el nivel baja y baja, y la eme sube y sube. Basta con leer las cartas que recibo en todos los niveles… A veces leo con dolor y marco con un lápiz rojo. Da pena. Sin embargo, por debajo de tanta ignorancia brotan los ideales. Esto es desastroso, pero no está perdido. Por empezar, desde los medios habría que dejar de nivelar para abajo. Se habla peor que en las tribunas, para caer simpáticos. Todo se resuelve con facilismo. La degradación del idioma ha sido absoluta, ¡absoluta! Así, terminaremos haciendo sonidos guturales.
–A la hora de componer, ¿cómo te influye todo esto?
–Tengo serias dificultades. Siento que estoy un poco desfasado con la forma en que se escribe ahora. Me va a costar mucho escribir para estar en onda. Es que la composición cambió ¡para peor! Hace poco grabé un longplay de versos: me lo pedían las minas como locas, porque a ellas les gusta que yo les haga el piripipí arriba del escenario y les diga cosas... Escribí un poema con la frase “quítame los grilletes”. Y en el estudio de grabación me dicen: “Señor... los grilletes, ¿qué son?” Hago una encuesta y de diez personas sólo dos sabían qué era grillete. Cambié grilletes por esposas. Me está costando ponerme al ritmo de esta degradación. Pero, bueno, hago alguna cosita, aunque estoy muy cansado todavía. ¿Te das cuenta?, cansado por mi cuore, por mis pulmones limitados; cansado por nada de alcohol, nada de sal. Y encima cansado porque las sencillas cosas que escribo tengo que traducirlas a un castellano pobrísimo. Se vienen las canciones con sonidos guturales.
–El apogeo de don Tarzán. Siendo un gran referente, no se explica cómo no lo invitan a los Congresos de la Lengua… Roberto, apocalípticos estamos. ¿Tenemos derecho?
–No, porque hay tantos que siguen soñando.
–¿Te parece posible manejarse con extravagancias como el honor y la palabra?
–Es imprescindible volver a esos códigos. Mirá qué extravagante soy que con mi representante Oscar Anderle estuve casi 25 años, hasta su muerte, sin firmar nada. Con Aldo Aresi, desde hace más de 30 también trabajamos a pura palabra de honor.
–Roberto, ¿no tenés algún departamento para alquilarme? Seguro que no me pedirías ni el mes de depósito ni garantes.
–Garantes… Me hacés acordar de un cuento… Ahí va: don Salomón acaba de cerrar la venta de una casa. Sale de la inmobiliaria con los ojitos brillantes. Un tipo que pide limosna lo ve y piensa “éste tiene guita”. Salomón sube al auto; toc toc, baja la ventanilla, “¿qué pasa...?” “Mire, señor, le pido humildemente una ayudita para alimentar a mis hijitos.” “¡No tengue plata, viejo!” Y le sube el vidrio. El otro vuelve a golpear: “Pero mire, cuatro hijitos, se lo pido por Dios...” “¿No te dije que no tengue plata?” “Un pesito, señor…” “¿En qué te tengue que hablar, en yiddish? ¡No tengue!” Sube el vidrio. Toc toc… “Señor, ¡se lo pido por Dios y por la Virgen!” “Ah, bueno, con dos garantes es otra cosa!”… Ja ja... Estábamos hablando del honor, de la palabra… Esto es muy sencillo: el mayor capital que puede tener un humano es la confianza de otro humano. Si perdiste eso, perdiste como loco.
–Me quedó zumbando el asunto de esa decadencia que se refleja en el lenguaje…
–Y en la furia cotidiana… Hay cosas difíciles de comprender; estamos desbordados: ahora se mata con furia.
–¿Y a qué se deberá tanta furia?
–Si entramos a detallar, va a ser la lista de un mercado… Alguna vez lo hablamos. De manera creciente la frivolidad de los que tienen mucho se volvió ostentación. Cuando andaba por mis 30, yo me compré un Rolex, un Dupont, un Mercedes. Ahí me di cuenta de que en ningún país vi tantos Rolex como aquí. Con el Mercedes anduve poquísimo, hasta que descubrí que tenía mal olor: claro, había una rata muerta en el motor. Por años lo guardé; no quería ofender al tipo que labura en la calle. Ser ídolo no da derecho a regodearse en la impunidad. Ciertas revistas son prontuarios explícitos: caballeros que afanan sin asco, lo exhiben a todo color. ¡Vean cuánto tengo! ¡El que no afana es un gil...! Por otro lado, el hacinamiento en las guarderías infantiles, la desocupación, la reclusión de nuestros ancianos en los morideros. ¡Vamos todavía!
–En este dale que va, ¿adónde te parece que vamos a parar?
–Al pozo.
–Algunos sueñan con la solución del “basta de democracia y que venga la mano dura”.
–No. Eso nunca más. Peor el remedio que la enfermedad. Por empezar, hagámonos cargo de lo que engendra tanta furia. ¿Qué es el hombre? Una máquina loquísima que cada vez se conoce menos a sí mismo.
–¿Y los mentados ejemplos?
–Si observamos los que hay en el mercado, es preferible que los pibes no tengan modelos. Obscena la frivolidad de hoy. Por esto también la gente está tan mal. A los corruptos se les pide un poquito de discreción, por favor. Pero cuidado, que todo esto no nos haga perder la bendita esperanza.
–Para que la esperanza no sea palabra de ocasión, ¿qué hacemos?
–Cambiar la educación desde la escuela. Apenas si se enseña a vivir.
–¿Te parece poco?
–Pero el vivir que se enseña es el sobrevivir. El vivir chiquito, el de la chatura. No se enseña ni a pensar ni a imaginar… Las escuelas, por esta degradación que arrastra décadas, son depósitos. Tienen que ser lugares luminosos, fascinantes. La cosa cambiará el día en el que los padres puedan amenazar diferente: “Querido, si te seguís portando mal, ¡mañana no te dejamos ir a la escuela!”
–¿Qué otro elemento explica este tiempo tan furioso?
–Nos acostumbraron a soñar mal. A soñar lo que no se puede hacer. Siempre digo: hay que saber qué es lo que se puede para después saber qué es lo que se quiere.
–¿Y aquello de que a las cosas hay que hacerlas, aunque sea mal?
–No me anoto en ésa: lo importante es saber los propios límites y hacerlas bien. Se sueña al pedo. Todos quieren ser famosos. Ya sé que los maestros desde siempre ganan mal, ¿pero a nadie le interesa ser maestro, o ingeniero agrónomo? Se busca la cámara, la vidriera, la pura apariencia… Querido, te propongo parar aquí, antes que la voz se me ponga onda don Corleone. ¿La seguimos el domingo que viene?
(Mientras germina el tercer domingo, escarbo otros lejanos encuentros con Sánchez. Doy con una seguidilla de palabras con que sus fanáticas lo nombran: Hermoso, Gitano, Divino, Demonio, Tigre, Huracán, Sandro Magno, Macho, Ayayito, Papito, Potro, Yeguo, Maestro... Recuerdo otro momento de Historia viva. En escena, una especie de secretario le reclama el sueldo a Sandro. Desde la platea alta una voz grita: “¡Yo voy gratis, papito!” Y otra: “¡Yo te baño!” Sandro afloja sus ropas, canta, conversa: “Cuando chicos éramos tan pobres que el arco iris salía en blanco y negro”. Por unos segundos imita al Sandro eléctrico y sensual de hace décadas, después camina como un viejito con ciática: se burla de sí mismo. Mientras tanto, aprovecha para meter aire en sus pulmones desesperados; pide: “Preparen la ambulancia”. Del medio de la platea una voz le contesta: “¡Papi, yo te hago boca a boca!” Transpira, suda, renueva toallas. Pasa del vértigo a la reflexión. La histeria se convierte en silencio absoluto. Ingresa esa “bandera tan olvidada que sólo sacamos para el Mundial... De seguir así, un día nos vamos a acostar con ésta y nos vamos a levantar con otra”.
Ahora nos llega la tardecita del tercer domingo. Y ya completamos esta entrevista.
–Roberto, te propongo un chequeo.
–Pará. ¡Otro más!
–Nada de agujas. Un chequeo de memoria emotiva. Yo te tiro algunas palabras y vos las completás. Ahí vamos: “tercer grado”.
–Gracias, infinitas, por el recuerdo. Mi maestra, Norma Eva Cuniglio. Dentro de una escuela primaria fabulosa, la señorita Cuniglio conmigo tuvo consecuencias que hoy disfruto. Era una maestra singular porque enseñaba a aprender. A mí me perdonó mi animalidad para los números y vislumbró cierta vena poética. Ponía un cuadro de Cézanne y nos decía: “Escriban, cuenten lo que ven”. Ponía la Sinfonía 23 de Mozart y nos decía: “¿Oyen? Pónganle palabras”. Nos dejaba practicar tiro al blanco con nuestras navajas, sabía karate, bailaba rock. Naturalmente, en la escuela y en la vida, no le fue fácil la cosa. Yo tengo la marca de la libertad en la costura de mi ser. Ella, la pobre santa, me dejó para siempre esa marca.
–¿Pobre santa?
–La señorita Cuniglio se suicidó.
–Sigamos, Roberto: “media suela”.
–Mi padre. El gran Vicente. Laburante hermoso. Se daba maña para todo: le hizo un horno a mi vieja para cocinar arriba del calentador. También le hizo una heladera, a hielo… Para disimular nuestra estrechez económica, él me cambiaba las suelas de los zapatos. Un sabio con sólo tercer grado. Discutiendo, insuperable. Te hacía puré. Una vez apartó a mis abogados y me ganó un juicio. Me enseñó que cuando uno da su palabra esa palabra es inmortal. El gran Vicente, ¡por favor!
–Sigamos con el chequeo. Si digo “complejo de Edipo”…
–Rápido te contesto que eso es lo que algunos atolondrados decían que yo tenía con mi madre. Zonzos de lengua fácil. Irma Nidia Ocampo: así se llamaba. Padecía reuma y eso derivó en artrosis al año de yo nacer. A los 21, la muchacha vital y rubicunda que había elegido a mi padre se convirtió en inválida. Postrada, con 40 kilos, con sus rodillas soldadas, desde su inmovilidad me enseñó todo: a vestirme, a lavarme la ropa, a hacerme la cama. Y nada de Caperucita Roja: me leía Las mil y una noches. A los cuatro años íbamos los miércoles a ver tres películas de amor. Allí empecé a decir: “Voy a ser artista de cine en colores, mamá”. Y eso es lo que soy. Algo fundamental: ella me hizo socio de la Biblioteca Popular Sarmiento, de Valentín Alsina. Me inició en el supremo placer de la lectura… La vida entera de mi mamá, que soñaba con ser bailarina, duró 64 años… Yo me llamo Roberto Sánchez Ocampo. No sé si me explico.
–Las imágenes de tus viejos, ¿te acompañan?
–En algunos momentos muy intensos. También, a veces, cuando estoy frente al televisor y veo un guanaco que dice “¡che boludo!” Ahí me digo: ¡si estuvieran Nina y Vicente acá! Mi viejo le tira con un pan o con lo venga al televisor. Te juro.
–No hace mucho anduvimos entretenidos buscando el gen argentino. Vos estuviste en el lote. Te recibiste de ídolo, digamos.
–Flor de mentiroso sería si lo negara. Ser ídolo supone una enorme responsabilidad. Mucho cuidado con la ligereza. Un cacho de fama no lo autoriza a uno a nada. ¡Por el amor de Dios!
–Puesto a elegir argentinos decisivos, ¿vos a quién nombrás?
–A Roberto de Vicenzo como deportista. El tipo hizo una carrera sin escándalos, con menos perfil que un tarro ‘e talco... Y nombro a Hugo del Carril. Talento, coherencia, conducta. No tuve la suerte de darle un apretón de manos… Me inclino por los menos conocidos y tan olvidados. Por Maradona, por el doctor Claudio María Maradona. Un hombre impresionante… ¿Vos sabés lo que es un stent? Es algo para destapar las arterias del cuore. Lo inventó un doctor de apellido Luna, un riojano, simpático y divertido. Fijate, ni el nombre le sé. ¡Resulta que el tipo inventó ese aparato que anda por todo el mundo! Sí, hay argentinos muy valiosos. Y hay algunos servidores en cosas que resultan graciosas. ¿Viste las tapitas del agua, que las abrís girando fuerte? Se quiebra el precinto y se saca la tapa. Bueno, ese sistema tan práctico lo inventaron dos muchachos de acá. Y no vamos a entrar con la pavada del dulce de leche... Seamos serios.
–Seamos. ¿Cómo caraxus hiciste para que la idolatría no te comiera por las patas?
–Mirá, esto yo me lo aclaré a los 31, sentado arriba del portón de entrada de mi casa. Desde ahí tenía la panorámica: veía los garajes con mis autos, la casa espectacular a esa hora de la caída del sol... Estaba tomando un whisky y me dije: bueno, ¿así que sos un ídolo? Roberto, ¿y ahora qué? Y ahí fue que de algún modo tuve mi verdadero bautismo. De paso te cuento que mi viejo me bautizó porque si no después no te dejaban entrar en el colegio; él era anticlerical, creía en Dios y nada más. Pero odiaba a los curas, directamente… Volviendo a mí, allá arriba del portón. Me dije: ¿así que esto es el éxito? Empecé a indagar en cuestiones psicológicas, después fui a parar a la parapsicología. Buscaba razones de por qué me pasaba esto a mí y no a otro. ¿Por qué a mí lo bueno? ¿Por qué Dios me señaló, si yo estaba en la cuarta fila? ¿Por qué me dijo “vos negrito serás Sandro”? Y yo miré para atrás, y como había un rubio de ojos celestes, asombrado le pregunté: “¿A mí me señala, Padre?” “Sí, a vos.” Y me dio todo esto. Y a cambio, bueno… me saca el aire. Me cuesta tanto respirar... ja, ya ves, ¡la vida tanto da y tanto quita!
–Roberto, un par de veces me dijiste que te sentías cansado.
–Es que me siento cansado, Rodolfo. Nada de sal ni de whisky ni de vino ni de champagne; nada de caminatas ni de frío ni de calor. No me quejo, Dios mío, pero no es fácil esto. Por ahora cumplo calladito, pero en cuanto me den el alta... ¡van a temblar los estaños! No, en serio, quiero retomar una vida parecida a lo normal... Aparte, ya no es solamente los pulmones: ahora es el cuore ¡y con ése no se jode eh! Hago mis deberes: ni Martini estilo Churchill ni gin ni nada. Tengo un kinesiólogo tres veces por semana y una silla para hacer gimnasia, mi silla eléctrica… Pero no me rindo. Ahí vamos saliendo, asomando muuuy de a poquito, viste.
–¿Has domado tus miedos?
–Nooo, qué voy a domar. Te lo quiero confesar: estoy lleno de miedos. Lleno de miedos, Rodolfo. Uno de los miedos más fuertes es cuando me acuesto, es ver si me despierto al otro día, ¿comprendés? Cada noche me pongo un poquitito de oxígeno, por seguridad. Entro al sueño pensando eso: ¿me despertaré mañana? Dios te da, Dios te quita. Ni sal ni alcohol ni paseos ni nada… Es triste, viejo… así la Vida, ¿es vida?
–¿Es vida?
–Vida es… Hace diez años, cuando estaba jodido del fuelle, pero sin estos problemas de cuore, te dije algo que ahora te repito: aunque estoy muy cansado hago buena letra, pero con la debida aclaración: “Vea, Padre, yo puedo perder la vida, ¡pero a la vida no me la pierdo eh!”.
Por Rodolfo Braceli
rbraceli@arnet.com.ar
Fotos: Daniel Merle, álbum familiar, archivo y gentileza Nora Lafon
Para saber más: www.rodolfobraceli.com
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/966370
sábado, 16 de febrero de 2008
Los años setenta: Sandro de América-los errores existentes pertenecen a la fuente pero se entienden.
La canción Porque yo te amo (1968), se convirtió en su carta de presentación mundial: «por ese palpitar, que tiene tu mirar».
Sandro en el filme Gitano (1970).En los siguientes doce años (1969-1980) Sandro realizó 12 películas y 35 álbumes. Ese 1969 publicó dos álbumes (Sandro de América y Sandro) y realizó sus primeras dos películas como protagonista absoluto (Quiero llenarme de ti y La vida continúa. De sus grandes éxitos aparecieron Rosa, Rosa "Guitarras al Viento" "Hasta aquí llego mi amor" "Por eso bebo" "Cuando existe tanto amor" "Palabras Viejas" "El Maniquí" "Nada más" "Dos solitarios" "Al abrir la Puerta" "Fácil de Olvidar". Su obra más famosa "Rosa, rosa" (la más vendida de su carrera) en el primero y Trigal en el segundo. con otros éxitos como "Señor Cochero" "La vida continua" "Elisa" "Hey, hey" "Tiempo feliz" "Mi viejo corazón" "Existe una razón" "La causa de este amor" "El hombre que pedio sus ilusiones" "Sin sentido" El 2 de agosto recibió en Nueva York un disco de oro por haber sido el artista latinoamericano con mayor cantidad de discos vendidos en los EE.UU.
Simultáneamente con el estallido de su popularidad, aceptó el apodo de Gitano, que eligió para él un productor, en reconocimiento de sus propios ancestros gitanos y en especial a su abuelo paterno, un húngaro perteneciente al pueblo Rom que terminó radicándose en la Argentina.
En 1970 estrenó dos películas más, Gitano (donde representa del papel de un gitano latinoamericano llamado Roberto Vega acusado de un crimen que no cometió) y Muchacho,así como el álbum de esta última película. con éxitos como: "Se te nota", "Mi barca y el río" "Trigal", "Por algún camino", "La vida sigue igual", "Te propongo", "Te quiero tanto alma mía", "Pobre mi madre querida", "Las colinas del amor", "Pupilas de cielo breve", "Ave de paso",etc. de la película protagonizada por Sandro junto a Olinda Bozan, Iran Eroy, entre otras, con temas de Sandro-Oscar Anderle, musicalizada por Jorge López Ruiz, una de las mas populares del artista.
A comienzos de ese año, el 11 de abril de 1970, se convirtió en el primer artista latino en actuar y llenar el famoso estadio del Madison Square Garden, en Nueva York, actuando en vivo en dos recitales, frente a más de 250.000 espectadores y que también fue la primera transmisión vía satélite de un cantante en la historia del satélite en todo el mundo. para millones de radio televidentes del mundo de habla hispana, por toda la América. Estas presentaciones fueron grabadas en un álbum en vivo lanzado ese mismo año.
Uno de sus éxitos reciales vía satélite, desde el Madison... fue el que fue visto, con muy altos niveles de sintonía en Australia, ocasión en la cual salio publicado el LP: Sandro en Australia.
Llevó su espectáculo musical a todos los países de las Américas y el Caribe, incluyendo EE.UU. y Canadá, alcanzando los primeros lugares de todas las listas de la canción popular latinoamericana.
La canción Porque yo te amo (1968), se convirtió en su carta de presentación mundial: «por ese palpitar, que tiene tu mirar».Con una fama que se extendió por todo el mundo, se convirtió en ídolo y representante del continente, comenzando a ser conocido con el nombre de su noveno álbum, Sandro de América, en tanto que la grabadora CBS lo consideró el n.º 1 de la región. Por ese entonces, Sandro junto a otros compatriotas, como Leo Dan, Palito Ortega, Leonardo Favio, Piero y Luis Aguilé y cantantes iberoamericanos como el español Nino Bravo y el boricua José Feliciano, consagraron la balada romántica como máximo género musical de América Latina (íntimamente vinculada a su vez a la telenovela como género televisivo). De todos ellos, Sandro fue el baladista más rockero de todos.
El años 1971 comenzó convocando a 60.000 personas en Buenos Aires en el estadio de San Lorenzo durante los carnavales. Sandro lleno sitios como el New York Hall Garden, el Hotel Cesar Palace, el Madison Square Garden, unos de sus shows, fue visto con muy altos niveles de sintonía por tv en Australia.
Su disco: "Siempre te amare" con éxitos como: "Voy a abrasarme a tus pies" "Páginas sociales" "Déjalo" "Noches de amantes" "Con tanto amor" "Como Romeo y Julieta" "Un sábado especial" "Siempre te amare" "Cantemos como antes" "Yo soy Gitano" y una nueva versión Pop Rock de "Hay mucha agitación".
Ese año lanzó el álbum Sandro Espectacular (que incluye Dame el fuego de tu amor). y otros éxitos como: "Sus ojos se cerraron" "Tu poesía y mi amor" "otra como tu" "como te diré", "es el amante" "tu espalda y tu cabello" "porque es amor y mucho más" "si tu te vas" "si este amor se va" y actuó como protagonista en dos películas, Embrujo de amor y Siempre te amaré (junto a la actriz española Carmen Sevilla), realizando también la música del film ¡Arriba juventud!. Ese año fue premiado en Francia en el Festival Internacional de Cantantes Galos y luego fue invitado a cantar en el prestigioso Festival de la Canción de San Remo (Italia), actuación que repetiría al año siguiente. A España iba y venia todos los fines de semana, rompía records de asistencia con Porque yo te amo. En USA, canto en Ingles Penas y Penumbras con gran éxito. En Francia, enloqueció a los Franceses, con Así y Rosa, Rosa, y lo premiaron como un latino amoroso.
En 1972 fue el primer artista en cantar en el Luna Park de Buenos Aires, hasta entonces un ámbito exclusivamente boxístico, con un amplio éxito. En EE.UU. recibió el premio Grand Ball al cantante del año, y las llaves de la ciudad de Miami. Lanzó dos álbumes de estudio nuevos (Me juego entero por tu amor y Te espero...), con algunos éxitos como: "Pequeña mujer" "En nombre del amor" "No me dejes no" "amarte es mi castigo" "me juego entero por tu amor" "fue en Jerusalén" "diablo angelical" "el deseo de vivir" "te espero bajo el sol" "carolina en mi piel" "con diez años mas". tres álbumes de sus presentaciones en Venezuela (I, II y III), Colombia y España (I y II), y dos álbumes dobles de sus grandes éxitos. También se estrenó ese año su octava película, Destino de un capricho,[26] en el que interpreta el papel de Daniel. Sandro lleno el estadio del Maracaná en Brasil. Pasó por las islas Vírgenes de la Gran Bretaña, en un principio de vacaciones y después haciendo shows exitosos.
En 1973 Sandro celebró los diez años desde su primera grabación lanzando un álbum titulado Sandro: Después de 10 años, en el que se incluye el tema Mi amigo el puma. Ese año publicó otros dos álbumes, El deseo de vivir y Volverán los días y estrenó su novena película, El deseo de vivir. Algunos de los éxitos incluidos en estos álbumes fueron: "Volverán los días" "Donde vas los domingos" "Mi amigo el puma" "Al final amigo corazón" "Voy a pasarme la noche" "De amor se nace, y se muere" "Voy a llamarte mía", "Anir nituvi de nu ser" "Abrázame tan fuerte" etc.
En México, cuando se trataba de complacer y a la vez de ocasionar une escándalo Entre el publico, sobre todo el femenino, recurrían al sexsymbol continental “Sandro de América” , que con su estilo, hizo delirar a la generación de los años “70 del mundo de habla hispana. El cantante y compositor Sandro, se vio plasmado En sus más grandes éxitos, desde su baterecors “Rosa, Rosa”, hasta su emblemático Tema “Mi amigo el puma”. Sandro logro adueñarse de los corazones de público de La época. con sus inolvidables presentaciones por la televisión, en el programa Siempre en Domingo, conducido por Raúl Velasco. Cuando el programa de la competencia del otro canal, amenazaba a la revista de variedades del canal, presentaban a Sandro. en un video de Siempre en Domingo, del 30 de Diciembre de 1973, y Según palabras de Raúl Velasco: Cuando Sandro era la figura más querida en México. Vamos a recordar a Sandro, cuando las jovencitas de la época, iban a Llenar los estudios de TV para verlo, Sandro fue una verdadera revolución musical de la época con sus movimientos de la cintura hacia abajo, enloquecía a las Féminas, gritos, llantos, desmayos, hasta se desgarraban sus ropas y se las arrojaban al escenario, en el video, hacen una especie de introducción musical con su emblemático tema “Mi amigo el Puma”, y sale Sandro al escenario y arranca con “Volverán los días”, las jóvenes gritaban, lloraban, cuando se agitaba con su baile Sandro, y el artista seguía con “Me juego entero por tu amor” y cerraba con “Amarte es mi castigo”, el poco de niñas adolescentes y algunas mas maduras, desbordaban el cinturón de seguridad, y agarraban a Sandro, besos, abrazos, lo Jaloneaban y el personal de seguridad, salía corriendo a socorrerlo. Desde sus mas grandes éxitos, que los llevaron a ser considerado un “FENOMENO MUSICAL” a una “ESTRELLA DE CINE”, y mas tarde se convirtió en un “ICONO MUSICAL” de la música en Español, de la década de los años “70 del siglo XX. Y aunque su carrera fue fugaz, siempre se mantuvo al tope de la popularidad. Algunos discos de la época en México: Disco: “Sandro la revelación de Argentina” (1968) Con temas musicales: Porque yo te amo – Quiero llenarme de ti – Una muchacha y una guitarra – Atmósfera pesada. Disco: “Sandro de América” (1969) con temas musicales como: Penas-Porque yo Te amo-Penumbras-Quiero llenarme de ti-Hasta aquí llego mi amor-Rosa, rosa-Cuando existe tanto amor- como lo hice yo – por tu amor – Así – Guitarras al viento Disco: “El deseo de vivir” (1973) con los temas musicales: El deseo de vivir –Yo soy gitano – Pequeña mujer – Te quiero tanto, amada mía Disco: “Volverán los días” (1973) con los temas musicales: Volverán los días –Mi viejo corazón – Voy a pasarme la noche – Carolina en mi piel. Disco: “Me juego entero por tu amor” (1975) con éxitos como: Volverán los días – Amarte es mi castigo – Carolina en mi piel – Me juego entero por tu amor.
En los años restantes de la década del 70 editó doce álbumes (entre ellos Sandro... siempre Sandro, del cual recordamos éxitos como: "Dime que más quiero" "Marau ka braba" "Para poder vivir" "Por lo que quieras" "Para poder vivir" y otros Lp: María la brava, Tú me enloqueces, Mi amigo el Puma y El ausente) y tres películas más, Operación Rosa Rosa (1974), Tú me enloqueces (1976) y Subí que te llevo (1980).
En 1978 volvió a cantar en Argentina luego de cinco años sin hacerlo, con un recital a beneficio en el Teatro Ópera de Buenos Aires transmitido en directo por el Canal 13.
Sus películas se exhibieron en el Festival Internacional de Cine de Cannes; y en España, el éxito desatado hacía que se presentara semanalmente y sus películas se vieran en las salas de cine españolas. A España, iría de gira todos los fines de semana, rompiendo récords. Sus películas fueron también éxito en EEUU. y buena parte de Latinoamérica.
En Venezuela, era ídolo, y lo premiaban como el artista de año, con los premios: Guaicaipuro de Oro por la prensa de Caracas al cantante del año, Mara de Oro por la prensa de Maracaibo, y el Trofeo Rafael Guinand al cantante más popular del momento, otorgado por votación popular a través de cupones de votación de revistas de farándula, y programas radiales de competencia de popularidad por los periodistas Yolanda Herrera, Elisabeth Caminos, Hugo Cornejo Sarabia, Juan Vene, entre otros.
Otros discos Sandro, en Producciones de Sánchez-Oscar Anderle, en los años de(1978/1979): "Una dulce tristeza se apodera de mi" publicado por Velvet, con temas como "Una dulce tristeza....", "Me preguntas y preguntas", "Popotitos", "Un camino a seguir", "Yo seré, seré", "Señora de mi corazón", "Nació en abril y se lama Rosa" "Merceditas", "Cuando esta con el ...", "Así es como nace el amor" etc. Otro discos publicados por CBS : "Querer como dios manda" con temas como: "Amarte amor" "Pequeña vente conmigo" "Soy un pobre soñador" "Hay mucha gente" "Espérame que un día volveré" "Cuidado corazón" "Te acordaras de mi" y "Querré como dios manda" etc. el otro disco: "Sandro", publicado por CBS con temas: "Fue la Ultima" "Como agua caliente" "Quinto A" "Tu dulce atorrante" "Se nos va la vida" "Morir entre tus brazos" "Que me perdone la ley", etc. en ediciones limitadas, para coleccionistas.
Sandro en el filme Gitano (1970).En los siguientes doce años (1969-1980) Sandro realizó 12 películas y 35 álbumes. Ese 1969 publicó dos álbumes (Sandro de América y Sandro) y realizó sus primeras dos películas como protagonista absoluto (Quiero llenarme de ti y La vida continúa. De sus grandes éxitos aparecieron Rosa, Rosa "Guitarras al Viento" "Hasta aquí llego mi amor" "Por eso bebo" "Cuando existe tanto amor" "Palabras Viejas" "El Maniquí" "Nada más" "Dos solitarios" "Al abrir la Puerta" "Fácil de Olvidar". Su obra más famosa "Rosa, rosa" (la más vendida de su carrera) en el primero y Trigal en el segundo. con otros éxitos como "Señor Cochero" "La vida continua" "Elisa" "Hey, hey" "Tiempo feliz" "Mi viejo corazón" "Existe una razón" "La causa de este amor" "El hombre que pedio sus ilusiones" "Sin sentido" El 2 de agosto recibió en Nueva York un disco de oro por haber sido el artista latinoamericano con mayor cantidad de discos vendidos en los EE.UU.
Simultáneamente con el estallido de su popularidad, aceptó el apodo de Gitano, que eligió para él un productor, en reconocimiento de sus propios ancestros gitanos y en especial a su abuelo paterno, un húngaro perteneciente al pueblo Rom que terminó radicándose en la Argentina.
En 1970 estrenó dos películas más, Gitano (donde representa del papel de un gitano latinoamericano llamado Roberto Vega acusado de un crimen que no cometió) y Muchacho,así como el álbum de esta última película. con éxitos como: "Se te nota", "Mi barca y el río" "Trigal", "Por algún camino", "La vida sigue igual", "Te propongo", "Te quiero tanto alma mía", "Pobre mi madre querida", "Las colinas del amor", "Pupilas de cielo breve", "Ave de paso",etc. de la película protagonizada por Sandro junto a Olinda Bozan, Iran Eroy, entre otras, con temas de Sandro-Oscar Anderle, musicalizada por Jorge López Ruiz, una de las mas populares del artista.
A comienzos de ese año, el 11 de abril de 1970, se convirtió en el primer artista latino en actuar y llenar el famoso estadio del Madison Square Garden, en Nueva York, actuando en vivo en dos recitales, frente a más de 250.000 espectadores y que también fue la primera transmisión vía satélite de un cantante en la historia del satélite en todo el mundo. para millones de radio televidentes del mundo de habla hispana, por toda la América. Estas presentaciones fueron grabadas en un álbum en vivo lanzado ese mismo año.
Uno de sus éxitos reciales vía satélite, desde el Madison... fue el que fue visto, con muy altos niveles de sintonía en Australia, ocasión en la cual salio publicado el LP: Sandro en Australia.
Llevó su espectáculo musical a todos los países de las Américas y el Caribe, incluyendo EE.UU. y Canadá, alcanzando los primeros lugares de todas las listas de la canción popular latinoamericana.
La canción Porque yo te amo (1968), se convirtió en su carta de presentación mundial: «por ese palpitar, que tiene tu mirar».Con una fama que se extendió por todo el mundo, se convirtió en ídolo y representante del continente, comenzando a ser conocido con el nombre de su noveno álbum, Sandro de América, en tanto que la grabadora CBS lo consideró el n.º 1 de la región. Por ese entonces, Sandro junto a otros compatriotas, como Leo Dan, Palito Ortega, Leonardo Favio, Piero y Luis Aguilé y cantantes iberoamericanos como el español Nino Bravo y el boricua José Feliciano, consagraron la balada romántica como máximo género musical de América Latina (íntimamente vinculada a su vez a la telenovela como género televisivo). De todos ellos, Sandro fue el baladista más rockero de todos.
El años 1971 comenzó convocando a 60.000 personas en Buenos Aires en el estadio de San Lorenzo durante los carnavales. Sandro lleno sitios como el New York Hall Garden, el Hotel Cesar Palace, el Madison Square Garden, unos de sus shows, fue visto con muy altos niveles de sintonía por tv en Australia.
Su disco: "Siempre te amare" con éxitos como: "Voy a abrasarme a tus pies" "Páginas sociales" "Déjalo" "Noches de amantes" "Con tanto amor" "Como Romeo y Julieta" "Un sábado especial" "Siempre te amare" "Cantemos como antes" "Yo soy Gitano" y una nueva versión Pop Rock de "Hay mucha agitación".
Ese año lanzó el álbum Sandro Espectacular (que incluye Dame el fuego de tu amor). y otros éxitos como: "Sus ojos se cerraron" "Tu poesía y mi amor" "otra como tu" "como te diré", "es el amante" "tu espalda y tu cabello" "porque es amor y mucho más" "si tu te vas" "si este amor se va" y actuó como protagonista en dos películas, Embrujo de amor y Siempre te amaré (junto a la actriz española Carmen Sevilla), realizando también la música del film ¡Arriba juventud!. Ese año fue premiado en Francia en el Festival Internacional de Cantantes Galos y luego fue invitado a cantar en el prestigioso Festival de la Canción de San Remo (Italia), actuación que repetiría al año siguiente. A España iba y venia todos los fines de semana, rompía records de asistencia con Porque yo te amo. En USA, canto en Ingles Penas y Penumbras con gran éxito. En Francia, enloqueció a los Franceses, con Así y Rosa, Rosa, y lo premiaron como un latino amoroso.
En 1972 fue el primer artista en cantar en el Luna Park de Buenos Aires, hasta entonces un ámbito exclusivamente boxístico, con un amplio éxito. En EE.UU. recibió el premio Grand Ball al cantante del año, y las llaves de la ciudad de Miami. Lanzó dos álbumes de estudio nuevos (Me juego entero por tu amor y Te espero...), con algunos éxitos como: "Pequeña mujer" "En nombre del amor" "No me dejes no" "amarte es mi castigo" "me juego entero por tu amor" "fue en Jerusalén" "diablo angelical" "el deseo de vivir" "te espero bajo el sol" "carolina en mi piel" "con diez años mas". tres álbumes de sus presentaciones en Venezuela (I, II y III), Colombia y España (I y II), y dos álbumes dobles de sus grandes éxitos. También se estrenó ese año su octava película, Destino de un capricho,[26] en el que interpreta el papel de Daniel. Sandro lleno el estadio del Maracaná en Brasil. Pasó por las islas Vírgenes de la Gran Bretaña, en un principio de vacaciones y después haciendo shows exitosos.
En 1973 Sandro celebró los diez años desde su primera grabación lanzando un álbum titulado Sandro: Después de 10 años, en el que se incluye el tema Mi amigo el puma. Ese año publicó otros dos álbumes, El deseo de vivir y Volverán los días y estrenó su novena película, El deseo de vivir. Algunos de los éxitos incluidos en estos álbumes fueron: "Volverán los días" "Donde vas los domingos" "Mi amigo el puma" "Al final amigo corazón" "Voy a pasarme la noche" "De amor se nace, y se muere" "Voy a llamarte mía", "Anir nituvi de nu ser" "Abrázame tan fuerte" etc.
En México, cuando se trataba de complacer y a la vez de ocasionar une escándalo Entre el publico, sobre todo el femenino, recurrían al sexsymbol continental “Sandro de América” , que con su estilo, hizo delirar a la generación de los años “70 del mundo de habla hispana. El cantante y compositor Sandro, se vio plasmado En sus más grandes éxitos, desde su baterecors “Rosa, Rosa”, hasta su emblemático Tema “Mi amigo el puma”. Sandro logro adueñarse de los corazones de público de La época. con sus inolvidables presentaciones por la televisión, en el programa Siempre en Domingo, conducido por Raúl Velasco. Cuando el programa de la competencia del otro canal, amenazaba a la revista de variedades del canal, presentaban a Sandro. en un video de Siempre en Domingo, del 30 de Diciembre de 1973, y Según palabras de Raúl Velasco: Cuando Sandro era la figura más querida en México. Vamos a recordar a Sandro, cuando las jovencitas de la época, iban a Llenar los estudios de TV para verlo, Sandro fue una verdadera revolución musical de la época con sus movimientos de la cintura hacia abajo, enloquecía a las Féminas, gritos, llantos, desmayos, hasta se desgarraban sus ropas y se las arrojaban al escenario, en el video, hacen una especie de introducción musical con su emblemático tema “Mi amigo el Puma”, y sale Sandro al escenario y arranca con “Volverán los días”, las jóvenes gritaban, lloraban, cuando se agitaba con su baile Sandro, y el artista seguía con “Me juego entero por tu amor” y cerraba con “Amarte es mi castigo”, el poco de niñas adolescentes y algunas mas maduras, desbordaban el cinturón de seguridad, y agarraban a Sandro, besos, abrazos, lo Jaloneaban y el personal de seguridad, salía corriendo a socorrerlo. Desde sus mas grandes éxitos, que los llevaron a ser considerado un “FENOMENO MUSICAL” a una “ESTRELLA DE CINE”, y mas tarde se convirtió en un “ICONO MUSICAL” de la música en Español, de la década de los años “70 del siglo XX. Y aunque su carrera fue fugaz, siempre se mantuvo al tope de la popularidad. Algunos discos de la época en México: Disco: “Sandro la revelación de Argentina” (1968) Con temas musicales: Porque yo te amo – Quiero llenarme de ti – Una muchacha y una guitarra – Atmósfera pesada. Disco: “Sandro de América” (1969) con temas musicales como: Penas-Porque yo Te amo-Penumbras-Quiero llenarme de ti-Hasta aquí llego mi amor-Rosa, rosa-Cuando existe tanto amor- como lo hice yo – por tu amor – Así – Guitarras al viento Disco: “El deseo de vivir” (1973) con los temas musicales: El deseo de vivir –Yo soy gitano – Pequeña mujer – Te quiero tanto, amada mía Disco: “Volverán los días” (1973) con los temas musicales: Volverán los días –Mi viejo corazón – Voy a pasarme la noche – Carolina en mi piel. Disco: “Me juego entero por tu amor” (1975) con éxitos como: Volverán los días – Amarte es mi castigo – Carolina en mi piel – Me juego entero por tu amor.
En los años restantes de la década del 70 editó doce álbumes (entre ellos Sandro... siempre Sandro, del cual recordamos éxitos como: "Dime que más quiero" "Marau ka braba" "Para poder vivir" "Por lo que quieras" "Para poder vivir" y otros Lp: María la brava, Tú me enloqueces, Mi amigo el Puma y El ausente) y tres películas más, Operación Rosa Rosa (1974), Tú me enloqueces (1976) y Subí que te llevo (1980).
En 1978 volvió a cantar en Argentina luego de cinco años sin hacerlo, con un recital a beneficio en el Teatro Ópera de Buenos Aires transmitido en directo por el Canal 13.
Sus películas se exhibieron en el Festival Internacional de Cine de Cannes; y en España, el éxito desatado hacía que se presentara semanalmente y sus películas se vieran en las salas de cine españolas. A España, iría de gira todos los fines de semana, rompiendo récords. Sus películas fueron también éxito en EEUU. y buena parte de Latinoamérica.
En Venezuela, era ídolo, y lo premiaban como el artista de año, con los premios: Guaicaipuro de Oro por la prensa de Caracas al cantante del año, Mara de Oro por la prensa de Maracaibo, y el Trofeo Rafael Guinand al cantante más popular del momento, otorgado por votación popular a través de cupones de votación de revistas de farándula, y programas radiales de competencia de popularidad por los periodistas Yolanda Herrera, Elisabeth Caminos, Hugo Cornejo Sarabia, Juan Vene, entre otros.
Otros discos Sandro, en Producciones de Sánchez-Oscar Anderle, en los años de(1978/1979): "Una dulce tristeza se apodera de mi" publicado por Velvet, con temas como "Una dulce tristeza....", "Me preguntas y preguntas", "Popotitos", "Un camino a seguir", "Yo seré, seré", "Señora de mi corazón", "Nació en abril y se lama Rosa" "Merceditas", "Cuando esta con el ...", "Así es como nace el amor" etc. Otro discos publicados por CBS : "Querer como dios manda" con temas como: "Amarte amor" "Pequeña vente conmigo" "Soy un pobre soñador" "Hay mucha gente" "Espérame que un día volveré" "Cuidado corazón" "Te acordaras de mi" y "Querré como dios manda" etc. el otro disco: "Sandro", publicado por CBS con temas: "Fue la Ultima" "Como agua caliente" "Quinto A" "Tu dulce atorrante" "Se nos va la vida" "Morir entre tus brazos" "Que me perdone la ley", etc. en ediciones limitadas, para coleccionistas.
Libros sobre Sandro
Sandro - Un mundo de sensaciones (Libro fotografico)
Nunca antes un libro mostró, en fotos exclusivas toda la vida de ese fenómeno, ese ídolo, casi ese mito llamado SANDRO. Aquí estan su niñez, ,su adolescencia, sus primeros pasos con Los de Fuego, ,sus imágenes inéditas, sus grandes momentos, sus llegada a la cumbre, sus multitudes. Este libro es SANDRO en cuerpo y alma.
Como nadie lo vio... Único e irrepetible.
21x28 cms, 70 Paginas en papel ilustración color, mas ded 120 fotos de alta calidad - 750 Grs. Edición Agosto de 2001 Ed. Atlántida
Sandro - El Idolo
Figura legendaria de la música popular argentina, Sandro llevo sus espectáculo a todos los países del continente. Cinco presentaciones en el Madison Squere Garden e innumerables shows en América latina y Puerto Rico, dan cuenta de una trascendencia internacional solo comparable con Gardel:
Dario Suarez relata con precisión la extensa trayectoria del ídolo y nos acerca a Roberto Sanchez, el hombre común, nacido en Parque Patricios, la infancia en Valentin Alsina, la influencia de Oscar Anderle, son algunos de los momentos destacados de un trabajo que se completa con la discografía y filmografía del idolo
UNIVISIÓN
05-05-2007 06:28 PM (1906 visitas)
El 11 de abril de 1970 Sandro se convirtió en el primer cantante latino en actuar en el Madison Square Garden, ocasión por la cual en E.E.U.U. se edita el long play "Sandro en New York" el cual contiene los temas en vivo de dicho recital. Pero quienes conozcan la discografía de Sandro, sabrán apreciar que no es así, ya que el disco lo único que contiene de dicho recital es la presentación a cargo de Jorge "Cacho" Fontana y unas palabras dichas por Sandro antes de finalizar el show. El resto son las mismas canciones editadas en otros discos, pero con el agregado de aplausos y gritos.
Mientras tanto aquí en Argentina en 1970 sale a la venta su trabajo número 11 titulado "Sandro temas de su película Muchacho", el cual estaba conformado por la banda de sonido de dicha película. En este trabajo el tema "Que tarde la de esta tarde" cuenta con la participación especial en guitarra de Cacho Tirao.
En 1971 se edita el disco "Los más grandes éxitos de Sandro" el cual está conformado por una recopilación de temas grabados en trabajos anteriores, salvo el tema "Hay mucha agitación ´71" que fuera regrabado con otros arreglos musicales.
También en 1971 se editó el album "Sandro espectacular" . El acompañamiento en su totalidad está a cargo del maestro Jorge Leone, salvo en el tema "Es el amante", el cual fuera grabado en vivo en los estudios de canal 11 y con el acompañamiento en guitarra de Heber Orlando.
El 11 de abril de 1970 Sandro se convirtió en el primer cantante latino en actuar en el Madison Square Garden, ocasión por la cual en E.E.U.U. se edita el long play "Sandro en New York" el cual contiene los temas en vivo de dicho recital. Pero quienes conozcan la discografía de Sandro, sabrán apreciar que no es así, ya que el disco lo único que contiene de dicho recital es la presentación a cargo de Jorge "Cacho" Fontana y unas palabras dichas por Sandro antes de finalizar el show. El resto son las mismas canciones editadas en otros discos, pero con el agregado de aplausos y gritos.
Mientras tanto aquí en Argentina en 1970 sale a la venta su trabajo número 11 titulado "Sandro temas de su película Muchacho", el cual estaba conformado por la banda de sonido de dicha película. En este trabajo el tema "Que tarde la de esta tarde" cuenta con la participación especial en guitarra de Cacho Tirao.
En 1971 se edita el disco "Los más grandes éxitos de Sandro" el cual está conformado por una recopilación de temas grabados en trabajos anteriores, salvo el tema "Hay mucha agitación ´71" que fuera regrabado con otros arreglos musicales.
También en 1971 se editó el album "Sandro espectacular" . El acompañamiento en su totalidad está a cargo del maestro Jorge Leone, salvo en el tema "Es el amante", el cual fuera grabado en vivo en los estudios de canal 11 y con el acompañamiento en guitarra de Heber Orlando.
Personajes Destacados de la Argentina
Personajes Destacados de la Argentina
ANTONIO BERNI
SÁBATO ERNESTO
LOLA MORA
JORGE LUIS BORGES
ATAHUALPA YUPANQUI
MARTHA ARGERICH
ADOLFO BIOY CASARES
ALICIA MOREAU DE JUSTO
NINI MARSHALL
CORTÁZAR JULIO
JULIO BOCCA
SANDRO
LUIS FEDERICO LELOIR
TITA MERELLO
SANDRO
Sandro, cantante y actor
Dos generaciones lo eligieron como ídolo. Seductor, esencial y sencillo como el agua clara, su calidad y su voz exceden las fronteras de la Argentina.
Por algo lo llaman Sandro de América.
Más de una vez ha dicho, de un modo casi borgeano: "Soy Roberto Vicente Sánchez, un tipo normal de un barrio suburbano, que inventó un personaje llamado Sandro, a quien sí le ocurren cosas extraordinarias". Es parcialmente cierto, porque si bien en su vida privada (que protege con celo, al punto que mandó erigir una pared de cuatro metros de alto para evitar que los fans y el periodismo perturben su intimidad) no es diferente de sus vecinos, su personaje triunfó desde Alaska hasta Tierra del Fuego, y sigue tan vigente como cuando lo creó, en 1963, a los 14 años. Imitador de Elvis Presley en sus comienzos, Sandro creció y se recreó luego a sí mismo: se transformó en un gitano misterioso (Roberto Sánchez no lo es), enamoradizo y seductor (en esto coinciden) que les canta al amor y a la vida. Cada recital suyo es un acontecimiento.
Ha vendido y vende millones de discos.
Disfruta de la existencia de las mujeres, de la amistad, de los cigarrillos, del buen vino y del buen humor. Es reconocido mundialmente como un ídolo, por lo que merece lo que ha obtenido y aún más.
Nació el 19 de agosto de 1945. Su madre Irma Nina Ocampo, ocupó y ocupa el mayor lugar en el corazón de Roberto. Aunque falleció pero está viva en el recuerdo de su hijo.
Vivió su niñez y su adolescencia en Valentín Alsína, un suburbio de la Capital Argentina. En una fiesta escolar imitó a Elvís Presley Así empezó su camino a la fama.
La primeras grabaciones las realizó con Los de Fuego, en 1965 y 1967, interpretando canciones de rock de Elvis y Enrique Guzmán..
El gran Sandro aparece en 1968 con interpretaciones de sus propias producciones, donde se advierte su carisma y su gran éxito.
Sus éxitos como músico son numerosos: Rosa, Rosa.., Una muchacha y Una guitarra, Quiero llenarme de ti, Penumbras, Trigal, son canciones emblemáticas, que lo definen de alguna manera.. Son temas que nacieron para ser eternos.
Hizo doce películas. Todas fueron éxitos fulgurantes. "Tu me enloqueces" con Susana Giménez, "Quiero llenarme de ti" con Marcela López Rey, "Subí que te llevo con María del Carmen Valenzuela, encantaron a su público.
¿Su gran amor?
Su relación con Tita Rouss (quien estuvo casada con Alberto Olmedo) no fue la más prolongada, ya que sólo duró cinco intensos meses, pero fue la única vez que, públicamente, se habló de casamiento. Hoy es sólo un buen recuerdo.
ANTONIO BERNI
SÁBATO ERNESTO
LOLA MORA
JORGE LUIS BORGES
ATAHUALPA YUPANQUI
MARTHA ARGERICH
ADOLFO BIOY CASARES
ALICIA MOREAU DE JUSTO
NINI MARSHALL
CORTÁZAR JULIO
JULIO BOCCA
SANDRO
LUIS FEDERICO LELOIR
TITA MERELLO
SANDRO
Sandro, cantante y actor
Dos generaciones lo eligieron como ídolo. Seductor, esencial y sencillo como el agua clara, su calidad y su voz exceden las fronteras de la Argentina.
Por algo lo llaman Sandro de América.
Más de una vez ha dicho, de un modo casi borgeano: "Soy Roberto Vicente Sánchez, un tipo normal de un barrio suburbano, que inventó un personaje llamado Sandro, a quien sí le ocurren cosas extraordinarias". Es parcialmente cierto, porque si bien en su vida privada (que protege con celo, al punto que mandó erigir una pared de cuatro metros de alto para evitar que los fans y el periodismo perturben su intimidad) no es diferente de sus vecinos, su personaje triunfó desde Alaska hasta Tierra del Fuego, y sigue tan vigente como cuando lo creó, en 1963, a los 14 años. Imitador de Elvis Presley en sus comienzos, Sandro creció y se recreó luego a sí mismo: se transformó en un gitano misterioso (Roberto Sánchez no lo es), enamoradizo y seductor (en esto coinciden) que les canta al amor y a la vida. Cada recital suyo es un acontecimiento.
Ha vendido y vende millones de discos.
Disfruta de la existencia de las mujeres, de la amistad, de los cigarrillos, del buen vino y del buen humor. Es reconocido mundialmente como un ídolo, por lo que merece lo que ha obtenido y aún más.
Nació el 19 de agosto de 1945. Su madre Irma Nina Ocampo, ocupó y ocupa el mayor lugar en el corazón de Roberto. Aunque falleció pero está viva en el recuerdo de su hijo.
Vivió su niñez y su adolescencia en Valentín Alsína, un suburbio de la Capital Argentina. En una fiesta escolar imitó a Elvís Presley Así empezó su camino a la fama.
La primeras grabaciones las realizó con Los de Fuego, en 1965 y 1967, interpretando canciones de rock de Elvis y Enrique Guzmán..
El gran Sandro aparece en 1968 con interpretaciones de sus propias producciones, donde se advierte su carisma y su gran éxito.
Sus éxitos como músico son numerosos: Rosa, Rosa.., Una muchacha y Una guitarra, Quiero llenarme de ti, Penumbras, Trigal, son canciones emblemáticas, que lo definen de alguna manera.. Son temas que nacieron para ser eternos.
Hizo doce películas. Todas fueron éxitos fulgurantes. "Tu me enloqueces" con Susana Giménez, "Quiero llenarme de ti" con Marcela López Rey, "Subí que te llevo con María del Carmen Valenzuela, encantaron a su público.
¿Su gran amor?
Su relación con Tita Rouss (quien estuvo casada con Alberto Olmedo) no fue la más prolongada, ya que sólo duró cinco intensos meses, pero fue la única vez que, públicamente, se habló de casamiento. Hoy es sólo un buen recuerdo.
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